Para 2 personas:
4 berenjenas grandes
Aceite de oliva virgen extra
Romero fresco
1 tomate de ensalada
Azucar moreno
Regaliz de palo
Dificultad: Fácil.
Duración: 110 minutos de elaboración activa.
Horno
Licuadora
Jeringuilla para inyectar
Cazo pequeño
Brocha de cocina
Esta receta partirá desde el día anterior ya que tendremos que prensar la berenjena y macerar el aceite.
Para hacer el aceite simplemente llenaremos una botella de cristal estrecha con hojas de romero frescas, y la llenaremos de aceite de oliva. Cuanto más tiempo tenga el aceite mejor. Lo podemos hacer el día antes, una semana antes o incluso un mes. El aceite se conservara perfectamente y tendremos un aceite perfumado perfecto para guisos de carne o caza.
El día anterior tendremos que dejar prensando las berenjenas para que suelten todo el agua y cojan forma. Cogemos dos berenjenas y las cuadramos quitándoles la piel y formando un rectángulo de berenjena sin piel lo más grande posible. Salamos las piezas de berenjena y las ponemos en una fuente y encima de cada pieza pondremos peso para que prense ( yo puse dos bricks de leche encima de cada pieza ), lo dejaremos 12 horas en la nevera prensando.
Pasadas las 12 horas, tomamos las berenjenas añadimos un poco de aceite de romero por encima y las metemos al horno a 180 º C. durante 90 minutos aprox.
Pasados los 20 primeros minutos de horno. Tomamos una jeringuilla y la llenamos de aceite de romero, vamos a ir inyectando el aceite dentro de la berenjena pinchando en su interior en varios puntos, inyectando un poco de aceite en su interior. Esta operación la repetiremos al de 60 minutos de horno. ( la jeringuilla la podéis obtener en cualquier farmacia, explicar sin pudor para que es y que os den una con la aguja lo mas grande posible, ya que si es muy fina no pasará el aceite por su interior ).
Por otro lado vamos a licuar las otras dos berenjenas en una licuadora. Las cortamos en trozos y las licuamos tal cual. El resultado será un agua oscura que pondremos en un cazo a hervir, a ese licuado añadimos una cucharada de azúcar moreno y un pedazo de regaliz de palo ( no muy grande como de un par de dedos) , dejamos reducir a fuego alto hasta que se nos queda en 1/3 de su volumen original.
Retiramos el regaliz y con este jugo resultante vamos a ir pintando la berenjena que tenemos en el horno. Aproximadamente cada 15 minutos con la ayuda de un brocha de cocina vamos pintando las berenjenas por encima y lo laterales. Poco a poco la berenjena irá caramelizando y cogiendo un color oscuro.
Pasado el tiempo las berenjenas estarán blandas en su interior pero crujientes por el efecto de la caramelización de el jugo que hemos impregnado.
Emplatamos y acompañamos con unos dados de tomate pelado y despepitado, el cual aliñamos con un poco de sal y aceite de romero.
Posted by Asier Gorocica
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