Esta singular combinación de Ottolenghi, se debe al 100% a la herencia japonesa de la receta. La cocción al vapor preserva parte de la textura de la pulpa de la hortaliza, algo que no ocurre si se cocina de otro modo, y añade mucha calidad a la receta. También puede servirse como plato principal acompañado de arroz blanco o tofu frito. Las semillas de sésamo le dan un aspecto fantástico.
Ingredientes para 4 personas:
2 berenjenas medianas descabezadas y peladas
2 1/2 cucharaditas de mirin
1/2 cucharadita de aceite de sésamo
una cucharada y media de salsa de soja
2 cucharaditas y media de vinagre de arroz
una cucharadita y media de sirope de alce
2 cucharaditas de raíz de jengibre fresca rallada
un diente de ajo chafado
5 cebollas tiernas cortadas en rodajas finas
10 gramos de semillas de sésamo negro y blanco tostadas
sal
Preparación:
Llenar una olla grande de agua hasta una cuarta parte de su capacidad, llevar a ebullición, tapar y dejar que hierva. Poner las berenjenas en una cesta para cocer al vapor por encima del agua. Hay que asegurarse de que esta no toca la base del recipiente. Cocer al vapor durante 30 minutos, dando la vuelta a las berenjenas una vez durante la cocción. Retirar la cesta de la olla y sin sacar las berenjenas dejarlas escurrir y enfriar. Con las manos cortarlas en tiras de medio centímetro de anchura y dejar que se sequen durante 20 minutos mas.
Mientras tanto preparamos el aliño mezclando el mirin (el mirin es un vino tipo sake de la cocina japonesa, se puede sustituir por un vino blanco afrutado), con el aceite de sésamo, la salsa de soja, el vinagre, el sirope de alce y un cuarto de cucharadita de sal. Añadir el jengibre y el ajo, remover bien y reservar.
Una vez frías la berenjenas, añadimos las cebolletas y las semillas de sésamo, mezclamos cuidadosamente con el aliño.
Dejar marinar durante al menos 10 minutos y servir.