Hoy os traigo una receta diferente y que está francamente deliciosa, seguro que os va a encantar. Se trata de un delicioso de té verde Matcha (añado otra receta a la lista de recetas hechas con té Matcha) cubierto con frosting de queso y pistachos, una combinación increíble. Ya que no he hecho para todos, os recomiendo que probéis a hacer la receta en casa
Para unas 6-8 personas necesitaremos:
190 g de mantequilla.
190 g de azúcar glass.
3 huevos.
190 g de harina.
2 cucharaditas de harina.
3 cucharaditas de té Matcha.
Para el frosting:
40 g de mantequilla.
80 g de queso cremoso tipo Philadelphia.
150 g de azúcar glass.
Ralladura de medio limón.
Un puñado de pistachos.
Yo os recomiendo empezar por el frosting para dejarlo en la nevera mientras hacemos el bizcocho y así está bien consistente a la hora de montarlo sobre el bizcocho. Os cuento cómo hacerlo.
Batimos la mantequilla con el queso Philadelphia, la ralladura de medio limón y vamos echando poco a poco el azúcar glass hasta que no quede ningún grumo. Lo tapamos con papel de aluminio y lo dejamos en la nevera mientras hacemos el bizcocho.
Ahora nos ponemos con el bizcocho: batimos la mantequilla con el azúcar, los huevos, la harina, la levadura y el té Matcha hasta que quede una masa bien uniforme. Mi truco para batir tanto la masa del bizcocho como el frosting es sacar un poco antes la mantequilla para que se vaya ablandando y utilizar una batidora de varillas, el resultado es estupendo.
Vertemos la masa en un molde antiadherente o de silicona (yo prefiero este último) y lo horneamos unos 25 minutos a 180º y listo. Lo sacamos y lo dejamos enfriar.
Una vez esté templado el bizcocho, lo cubrimos con el frosting de queso con una paleta y le añadimos los pistachos (previamente pelados). El resultado como veis, además de quedar precioso, está riquísimo.
¡A disfrutarlo!