Ingredientes:
1 yogur de limón (es el sabor que eligió Carlos, puede ser natural)
1 medida del yogur de aceite de girasol
2 medidas del yogur de azúcar
3 medidas del yogur de harina
3 huevos
1 sobre de levadura
1 limón (ralladura y el zumo)
Mantequilla y harina para engrasar moldePreparación:
Precalentar el horno a 180º
Separar las claras de las yemas y montar las claras a punto de nieve, ya sabes hasta que estén blancas y tan firmes que cuando saques la batidora no caiga lo que se haya quedado en ella. Reservarlas.
En un bol echar las yemas con el azúcar y batirlas hasta que vayan blanqueando.
Agregar el aceite y la harina tamizada junto con el sobre de levadura.
Cuando esta toda la harina integrada y sin grupos le añadió la ralladura del limón y como él quería que tuviera mucho sabor a limón le puso el zumo, se bate bien para que todo esté bien mezclado.
Ahora se agregan las claras a punto de nieve y se mezcla con una cuchara de madera o espátula, con movimientos envolventes para que no se bajen.
Se engrasa con la mantequilla el molde y se echa un poco de harina que lo cubra todo, sacudiendo el exceso.
Se echa la masa en el molde y a hornear, unos 45 minutos, calor arriba y abajo. No abrir el horno por lo menos en los primeros 30 minutos, luego comprobar cómo va porque cada horno es un mundo, hay que pinchar con una aguja o brocheta en el medio, si sale limpia el bizcocho estará hecho, si no, tapa la parte de arriba del bizcocho con un poco de papel de aluminio para que no se queme y comprueba cada 5 minutos más o menos hasta que la brocheta salga limpia.
Dejarlo enfriar en el molde y cuando esté frío servirlo, si es que aguantas, porque huele tan bien que dan ganas de comerlo hasta caliente.?A comer?
Quedó tan jugoso y rico que hasta Silvia, que no es muy amiga del dulce le gustó.
Ya sabes Carlos, este bizcocho puede ser la base para otros que quieras hacer, cambiando el limón por otros sabores, o poniendo esencia de vainilla, o agregando chocolate, o cacao en polvo, pero con ésta base siempre triunfarás.