1 patata mediana (unos 220 gramos ya pelada)
100 gramos de brécol
100 gramos de espinacas
2 huevos
1 cucharada sopera de harina de maíz
3 lochas de bacon finas
1 pizca de levadura
Aceite de girasol para freir
Si os ha sobrado patata cocida del día anterior, podéis usarla, si no, colocáis la patata cortada en trozos en un bol apto para microondas, salpimentamos, echamos un chorrito de aceite y tapamos con film transparente. Cocinamos a temperatura máxima unos 5-6 minutos. Para comprobar si está lista, hundimos un dedo en uno de los trozos y si se deshace está lista. Retiramos con cuidado el film, porque el vapor nos podría quemar, y machacamos con un tenedor. Añadimos el brécol. Para las espinacas, si os han sobrado, pues las usaremos, si no, ponemos las espinacas en un cazo, añadimos una cucharadita de mantequilla, pimienta, sal y nuez moscada rallada. Cocinamos y si hiciera falta colamos para evitar el exceso de agua. Añadimos también a la mezcla anterior. Ahora cortaremos dados de bacon pequeños y los freiremos. Los añadimos también a la mezcla anterior. Añadimos también la harina de maíz y la pizca de levadura. Mezclamos bien y por último añadimos los huevos. Podéis echar la mezcla directamente con una cuchara en el aceite caliente o enmangar para que os salgan con una forma más redondeada. Doramos un par de minutos por cada lado, recordad que el relleno ya está cocinado, así que no necesitamos que se hagan por dentro. Vamos retirando del aceite a un plato con papel absorbente. Para presentar, yo he hecho una sencilla salsa de yogur, añadiéndole al yogur, sal, pimienta, un chorrito de aceite y una cucharadita de mostaza.
Espero que los probéis!
Besos!
Fuente: este post proviene de Baking with love, donde puedes consultar el contenido original.
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