Desde hace algún tiempo, esta forma de preparar el calabacín forma parte de las cenas habituales de mi casa.
Ingredientes:
1 calabacín grande.
200 gr. de migas de bacalao salado.
Queso parmesano.
cilantro fresco, sal y aceite de oliva.
Ponemos el bacalao a desalar 24 h. antes. Durante este tiempo, le cambiamos el agua 3 veces y el último remojo lo haremos con leche. De este modo el bacalao quedará más suave y blanco.
Hay que elegir un calabacín fresco y tierno.
Nosotros hemos utilizado, en esta ocasión, unas migas de bacalao para elaborarlo pero, usar una parte más noble del pescado no hace más que mejorar el plato.
Lavamos y quitamos las zonas feas de la piel del calabacín y, sin pelarlo, lo cortamos en rodajas sesgadas (para conseguir una sección mayor) y bastante finas.
Colocamos las rodajas de calabacín extendidas sobre la bandeja o plato que vayamos a utilizar.
Escurrimos bien el bacalao de la leche y lo colocamos sobre las rodajas de calabacín.
Salpimentamos ligeramente el conjunto y añadimos unas lascas finas de queso parmesano, unas hojas frescas y picadas de cilantro y un buen chorro de aceite de oliva virgen.
Y sí, ya está listo. A disfrutar!