Para este comienzo de curso nos han retado a preparar unas verduras rellenas y yo que tengo mis días espesos no podía pensar en otra cosa que no fueran pimientos rellenos y yo me decía, jolin vamos a cocinar todos lo mismo…. con la de verduras que se pueden rellenar… en fin, la vuelta a la rutina, que a mi también me cuesta.
Finalmente me decidí por unas cebollas rellenas de atún porque hacía muchísimos años que no las comía, desde la última vez que las hizo mi madre y este noviembre hará 10 años que nos dejó así que imaginaros.
La cebollas rellenas de atún es un plato típico asturiano y me suena que es tradición comerlas por cuaresma por aquello de que no se puede comer carne. No os voy a engañar, son entretenidas y llevan mucho tiempo de cocción, pero el resultado es fantástico, son deliciosas.
La receta la tenía en el libro El arte de cocinar de Maria Luisa García, pero finalmente seguí las indicaciones que encontré aquí.
Ingredientes;
4 cebollas
4 latas pequeñas de bonito
1/2 lata de pimientos del piquillo
2 huevos cocidos
300 gr de salsa de tomate
2 dientes de ajo
1 cucharada de harina
1 vaso de sidra o vino blanco
aceite y sal
Mezclamos el bonito, con los pimientos y los huevos troceados, añadimos 4 cucharadas de salsa de tomate y reservamos.
Pelamos las cebollas, le cortamos una capita arriba que hará de “tapa”
Con ayuda de un vaciador o en su defecto de una cuchara, vamos vaciando las cebollas, con cuidado de no romper el fondo. Dejaremos como dos capas y reservaremos la cebolla que hemos sacado.
Rellenamos las cebollas con la mezcla de bonito y le ponemos la tapa.
En una olla ponemos un par de dedos de aceite y con mucho cuidado cuando esté caliente le ponemos las cebollas para freírlas un poco (la idea es freírlas por todas partes pero a mi se me abrían así que solo freí la parte de abajo y con añuda de una cuchara le fui poniendo aceite por encima.
Sacamos las cebollas del aceite y retiramos un poco de este, añadimos el ajo picado y la cebolla que nos sobró de vaciar las otras. Pochamos durante unos 5 min.
Añadimos la harina, le damos un par de vueltas y le ponemos la sidra o en su defecto el vino, le ponemos sal al gusto y dejamos hervir un par de minutos para que evapore el alcohol.
Volvemos a meter las cebollas, añadimos el resto de la salsa de tomate y agua hasta las tapas de las cebollas. Esperamos a que hierva, bajamos el fuego y con la tapa a medias de poner cocinamos durante 2 horas (yo las hice en la gm, las tuve 2 horas menú cocina lenta 90º y luego otros 20 min el mismo menú pero a 110º)
Cuando termine la cocción comprobamos que las cebollas están tiernas y las sacamos (depende de las cebollas puede llevarnos algo mas de tiempo).
Trituramos la salsa y la servimos con las cebollas.
Y si queréis pasar a ver la fantasía de verduras que han preparado mis compañeros del desafío, ya estáis dándole al link