Además, para que disfrutemos verdaderamente de ellas, las patatas fritas perfectas tienen que cumplir los siguientes tres requisitos: que tengan un color doradito, que sean caseras (no nos vale una patata prefabricada o precalentada) y, por último, pero no por ello menos importante; que estén crujientes.
Si sois de los nuestros, no os perdáis este post si con el que aprenderéis a hacer las patatas fritas perfectas. En cuanto las probéis, no las querréis cocinar de otra manera. Os lo decimos por experiencia.
Ingredientes para hacer las mejores patatas fritas
Para hacer unas deliciosas patatas fritas caseras, tan solo necesitaremos 3 ingredientes baratos y habituales en cualquier cocina:
2 patatas grandes (si pueden ser nuevas mejor, ya que quedarán más crujientes).
Aceite de oliva suave.
Sal y pimienta (al gusto).
Podéis acompañarlas de cualquier salsa para que vuestras patatas fritas sean aún más especiales. Nosotros os proponemos probarlas con salsa de guacamole. Y es que con tan solo escribirlo ya se nos hace la boca agua…
¿Cómo freír las patatas para que queden crujientes?
Como decimos siempre, cada chef tiene su receta particular para conseguir unas patatas fritas crujientes. Nosotros hemos probado freír las patatas de multitud de formas diferentes hasta conseguir las que para nosotros son las mejores patatas fritas que hemos saboreado y cuya receta compartimos con vosotros a continuación.
Os prometemos que si seguís los sencillos pasos de los que consta esta receta, obtendréis unas patatas fritas diferentes y muy crujientes. No olvidéis que el toque personal se lo dais vosotros a través del sazonamiento que escojáis (os recomendamos sal y una pizca de pimienta) y la salsa con la que queráis acompañar vuestras patatas.
¿Cómo hacer patatas fritas crujientes?
A continuación, contamos paso a paso cómo freír las patatas para que queden crujientes:
En primer lugar, procederemos a pelar y cortar las patatas. Para pelarlas podemos utilizar un cuchillo de filo liso o un pelador. A continuación, las lavaremos y las cortaremos primero en rodajas, y posteriormente en tiras finas y largas de aproximadamente 1 centímetro de grosor.
Por si no lo sabíais existen utensilios de cocina como las mandolinas, que os ayudarán a cortar con facilidad y de una manera fina cualquier tipo de verdura. Podéis recurrir a ellas para cortar vuestras patatas.
El siguiente paso consistirá en hacer que las patatas desprendan el almidón que contienen. Esto nos ayudará a que las patatas no se peguen entre sí cuando las friamos y también, facilitará que queden más crujientes. Para ello, meteremos las patatas en un bol profundo y lo llenaremos de agua fría. Veréis que en pocos segundos el agua comienza a enturbiarse, esto es debido al almidón. Esperaremos un minuto, retiraremos el agua y repetiremos el procedimiento una vez más. Es decir, volvemos a llenar el bol con agua fría, esperaremos otro minuto y retiraremos al agua. Con esto debería ser suficiente, no obstante, si veis que el agua sigue saliendo muy turbia, podéis volver a enjuagar las patatas.
Es importante que sequemos las patatas con ayuda de un papel de cocina o un paño para eliminar los restos de agua hasta que queden bien secas. Así, evitaremos que cuando las echemos al aceite éste nos salte y nos pueda quemar.
A continuación, echaremos 2-3 dedos de aceite en una cacerola grande. No seáis rácanos con el aceite, las patatas se tienen que sumergir en él y no hacerse a la plancha
Es necesario que el aceite esté bien caliente para poder echar las patatas. Cuando haya alcanzado una temperatura alta, introduciremos nuestras patatas.
Las dejaremos 3 minutos en el fuego, simplemente para darles un primer cocinado. Cuando pasen estos 3 minutos, las retiraremos en un plato con papel absorbente y esperaremos a que adquieran una temperatura ambiente.
A partir de aquí puede que nos pasen dos cosas:
Si las vamos a consumir en ese mismo momento:
Pasada una hora desde que las sacamos del fuego, procederemos a darle un segundo cocinado. Aquí, las volveremos a echar en una cacerola con aceite bien caliente, durante unos 8-10 minutos, hasta que veamos que ya tienen una tonalidad dorada.
Si las vamos a consumir al día siguiente o en unos días:
Tras este primer cocinado, dejaremos que se enfríen y las meteremos en una bolsa film en el congelador. Así, cuando queramos terminar de freírlas para que queden bien crujientitas, simplemente tendremos que sacarlas del congelador y echarlas en el aceite bien caliente.
Por último, las sazonaremos al gusto. Nosotros os recomendamos añadirles sal y una pizca (no demasiada) de pimienta.
Os aseguramos que estas patatas fritas cumplirán las exigencias de los paladares más exquisitos. Nosotros siempre repetimos.
Los 3 secretos de las mejores patatas fritas
Por último, para que no se os olvide la receta de las patatas fritas perfectas, vamos a recopilar los 3 puntos imprescindibles o los 3 secretos de las patatas fritas crujientes:
Antes de freír las patatas, debemos sumergirlas en agua fría, unas 2-3 veces para que desprendan todo el almidón y no se peguen.
Debemos echar las patatas fritas en aceite bien caliente, si las introducimos en un aceite frío las patatas se engrasarán demasiado y en lugar de freírse se cocerán.
Para conseguir las patatas perfectas debemos hacerlo en dos cocinados. Primero las freiremos unos tres minutos. Dejaremos que reposen a temperatura ambiente durante una hora y posteriormente las volveremos a meter en el aceite hasta completar la fritura.
¿A qué estáis esperando para probar a hacer esta receta de las mejores patatas fritas? Seguro que os encantarán.
Esperamos vuestros comentarios en la cajita de opiniones que se encuentra al final de la página.
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