Están deliciosos en una variedad de elaboraciones culinarias, las pastas, las pizzas,
en las ensaladas y en las tartas saladas y quiches.
Pero para que tengan además del sabor intenso, una consistencia apetecible, hay que:
1- Hidratarlos por 15 a 20 minutos en agua caliente ( si los hidratamos en agua fría hay que dejarlos por un par de horas).
2- Escurrir el agua, secar bien y cubrirlos con aceite de oliva, por un tiempo mínimo de 24 horas.
Esta es la receta básica, que a mi me agrada mucho pues mantiene intacto el sabor de los tomates que a mi me encantan. Pero al añadir el aceite podemos echar un buen chorro de vinagre, y las hierbas aromáticas que nos gusten y tenerlos en este marinado por unos 15 días en la nevera.