Esta salsa es originaria de Génova. Junto a otras salsas también muy populares, como la carbonara o la boloñesa, es una de las salsas más famosas de la cocina italiana. Se prepara con albahaca, ajo, piñones, queso parmesano rallado y aceite de oliva virgen extra.
También existe el “pesto rojo siciliano”, que lleva tomates secos, pimientos, queso pecorino y aceite, o el “pesto de Trapani”, también de Sicilia, que en este caso se le añaden tomates, almendras, albahaca y ajo…
La palabra italiana “pesto” es de origen genovés. “Pestare” significa “machacar con mortero”. Curiosamente, aunque el origen de la salsa “pesto” es Genovés, fue en el norte de Italia, en Liguria -ya en el límite con Francia- donde se le añadió albahaca, tan característica de esta salsa, por primera vez, ya que allí crece con facilidad. Desde Génova la receta se extendió a toda Italia y fueron apareciendo las diversas versiones de esta salsa.
Esta salsa casa muy bien con los tallarines o los espaguetis. También para carne, pescado y verduras.
La receta es la siguiente:
Ingredientes:
30 gr de hojas de albahaca
1 diente de ajo
2 cucharadas de queso parmesano rallado
30 gr de piñones
aceite de oliva virgen extra
sal
Preparación:
Por supuesto necesitaréis un mortero para hacerlo a la manera tradicional. Lo tendréis preparado en 10 minutos.
Poned los piñones en una sartén al fuego sin aceite y tostadlos hasta que cojan color.
Colocad los piñones tostados y el diente de ajo pelado y troceado en los mortero y picadlo.
Agregad las hojas de albahaca y picadlas también.
Añadid el queso rallado y ponedle una buena cantidad de aceite. Poned una pizca de sal y removed hasta tener una salsa homogénea.
Para que la salsa nos quede más sabrosa es secreto es no triturar los ingredientes en exceso.
¡Recordad que si os sobra hay que guardarlo en la nevera!