Me he enfrentado a todos los contratiempos con entereza
Al quedarme sola con dos niños pequeños, no pensé lo que debía hacer, simplemente lo hice
Cuando él desapareció de nuestras vidas, me puse manos a la obra para que nosotros tres fuéramos una familia sin carencia, sin fisuras. No iba a permitir que la alegría desapareciera de nuestra casa
Fue difícil, si. Trabajar quince horas diarias para que todo siguiera funcionando bien fue muy duro
Arañé cada hora de sueño, conseguí estar pendientes de ellos, de sus notas, de sus actividades, siempre presente para ellos
Lo más fácil era tener siempre una sonrisa para ellos
Sin pretenderlo, conseguí transmitirles que aunque las cosas cuestan y no siempre se logran, la actitud positiva para afrontar la vida es tan importante como los pasos que se dan hacia adelante
Nunca fui muy refranera. "Hay que estar a las duras y a las maduras", hace días que esta frase ronda por mi mente
He desarrollado una enfermedad de las que llaman rara. Las llaman rara por no ser cruel contigo. Por no decirte a la cara "sois tan pocos que a las farmacéuticas no les salís rentable" y podrían añadir "no tendréis nunca el apoyo de la administración, ni ayudas de ningún tipo y esperamos que contéis con vuestra familia porque nosotros tenemos cosas mejores que hacer, como por ejemplo, lucrarnos a espuertas"
Me dicen que no entienden cómo no pierdo nunca la sonrisa, la fuerza, la vitalidad
Jamás
Así he llegado hasta hoy. A pesar de los contratiempos
Claro que hubiera podido tirar la toalla. Mil veces, cien mil. Jamás
Me siento tan orgullosa de mis hijos. Solo por eso ya vale la pena todo lo padecido
Mis hijos, que ahora me cuidan sin un queja, con alegría
Creo no, afirmo que he hecho un buen camino
Actitud ante la vida. Cuántas frases se habrán escrito sobre la actitud
Me las quedo todas para mi
Nota: Relato inspirado por Antonia Morente. No es la guerra, son las batallas
INGREDIENTES
1 conejo troceado
2 hojas de laurel
1 cabeza de ajo
1 rama de canela
30 granos de pimienta negra
Perejil
400 ml de aceite
400 ml de vinagre de vino blanco
200 ml de vino blanco
Sal
Aceite
Agua
ELABORACIÓN
Lavar y secar bien el conejo
En un bol, colocar el conejo, 200 ml de vinagre, sal y agua
Dejar macerar 5
Sacar el conejo, escurrir y dejar que se seque
Cuando esté bien escurrido y seco, poner un poco de aceite en la cubeta
Menú Freír
Cuando el aceite esté bien caliente, dorar los trozos de conejo por tandas
Retirar y dejar escurrir en un colador
Una vez bien escurrido, volver a poner el conejo en la cubeta
Añadir el laurel, los ajos enteros sin pelar, la rama de canela, la pimienta y perejil
Añadir los 400 ml de aceite, los 200 ml de vinagre y los 200 ml de vino
Menú Cocina 15 y dejar reposar en el aceite
Sacar en conejo del escabeche
Escurrir
Servir el líquido en una salsera aparte
Receta adaptada de la revista Lover Cocina nº 64 pág.66