Esta crema no lleva lácteos (#sinlactosa), creemos que no le hacen falta, pero como es una cuestión de gustos si es el caso se le pueden añadir (crema de leche, queso, ...).
Tampoco lleva patata, nunca la hemos echado de menos, pero no es incompatible. El caldo, según gustos y despensa, puede ser casero, de elaboración industrial o concentrado.
Para decorar el plato hemos utilizado unos minicalabacines con flor, que hacen bonito y son comestibles pero que, obviamente, tampoco son imprescindibles.
Ingredientes
700 g de calabacines
250 g de puerro
1 diente de ajo
750 ml de caldo vegetal ( o de ave)
1/2 c/c de pimienta negra
1 c/c de polvo de ceps (boletus edulis)
sal
aceite de oliva
Preparación
Pesar y preparar los ingredientes. Lavar los calabacines y el puerro y pelar el ajo.
Cortar los calabacines y el puerro en trozos pequeños. Cortar el ajo por la mitad y quitar el corazón, dicen que repite menos.
Colocar una cazuela al fuego y calentar cuatro o cinco cucharadas de aceite de oliva. Pochar el puerro durante unos cinco minutos más o menos. Añadir los calabacines y saltearlos dos o tres minutos. Triturar un poco la mezcla. Añadir el caldo, sazonar y condimentar con la pimienta negra y el polvo de ceps, que le dará un agradable sabor.
Llevar a ebullición y cocer por espacio de unos veinte minutos. Triturar la mezcla lo más fino que se pueda, de manera que la textura sea suave y cremosa.
Si disponemos de los calabacines con flor cocerlos al vapor durante unos diez minutos aproximadamente. También pueden prepararse finas rodajas de calabacín con la misma técnica, o incluso chips fritas u horneadas. Se trata de darle un poco de color al plato. Acabamos el emplatado con un cordón de aceite de oliva.