El resultado de este plato es bastante espectacular, de esos que cierras los ojos y te trasladan a tierras lejanas a través del gusto.
INGREDIENTES (para 2 personas)
1/2 calabaza (pequeña), pelada y cortada en gajos
Aceite de oliva, para asar y freír
1/2 cucharadita de semillas de mostaza negra
1/2 cucharadita de semillas de comino
1/2 cucharadita de semillas de hinojo
3 dientes machacados
4 vainas de cardamomo
1 canela en rama
1 cebolla roja, finamente picada
1 cucharadita de cúrcuma molida
1/2 cucharilla de jengibre, finamente picado
1/2 cucharilla de chile laminado
1 lata de leche de coco
1 cucharilla de pasta de tamarindo
1/4 exprimido de zumo de lima – limón
2 cucharas de anacardos crudos sin sal
2 cucharadas de cilantro picado fino
Arroz cocido, para servir.
RECETA
Precaliente el horno a 200C. Cubre ligeramente las rodajas de calabaza con aceite y una pizca de sal. Hornea durante unos 25 minutos. De esta forma la calabaza se queda firme y no se deshace con la leche de coco.
Caliente un poco de aceite en un wok o sartén a fuego medio y agregua la mostaza, el comino y el hinojo, unos 2 minutos. Cuando empiecen a chisporrotear, agregua los clavos, las vainas de cardamomo, el palito de canela, las cebollas y la cúrcuma. Mezcla consistentemente, baja el fuego para que no se quemen y agrega el ajo, el jengibre y el chile. Cocina unos 5 minutos, mezclando constantemente para que no se quedem.
Incorpora la leche de coco y la pasta de tamarindo y cocina a fuego lento durante cinco minutos más. Prueba y ajusta el sabor con el jugo de limón y sal si es necesario.
En este punto, la calabaza debería estar en su punto. Incorpórala al curry junto con los anacardos y calienta suavemente.
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