INGREDIENTES (para 2 personas)
150 g de trigo bulgur
Sal y pimienta negra
250 ml de agua hirviendo
3 cucharas de aceite de oliva
1 cebolla en tiras finas
1 diente de ajo, pelado y machacado
1 cucharadita de semillas de comino
400 g de champiñones o setas, cortados en rodajas de 4 a 5 mm de grosor
1 cuchara de hojas de perejil
2 cucharadas de vinagre balsámico
60 g de queso feta, partido en trozos de 1-2 cm
1 cucharilla de chile laminado
RECETA
Enjuaga bien el bulgur, pon en un cazo grande y agrega un cuarto de cucharadita de sal y una buena dosis de pimienta recién molida.
Vierte el agua, tapa con film o una tapa lo más hermética posible y déjelo en remojo durante 20 minutos, hasta que el líquido se absorba y el bulgur esté suave. Retira el exceso de líquido. También se puede cocer y estaría listo en menos tiempo aunque no es necesario para esta receta.
Mientras tanto, calienta dos cucharadas de aceite en una sartén grande a fuego medio-alto, y sofríe la cebolla y el ajo durante siete u ocho minutos, hasta que estén suaves y caramelizados.
Incorpora la mitad del comino, fríelo por un minuto o dos, hasta que esté dorado y reserva.
Vierte el resto del aceite en la misma sartén, calienta a fuego alto y fríe los champiñones y un poco de sal durante 6 a 7 minutos, removiendo con frecuencia, hasta que los champiñones se doren y se ablanden.
Agrega el perejil y el comino restante, removiendo continuamente, durante un minuto,
Baja el fuego a medio, incorpora el vinagre balsámico y cocina por 30 segundos: debe reducirse a prácticamente nada.
En este momento el bulgur debería estar listo. Incorpora a la sartén junto con la mitad de la cebolla, la mitad del queso feta y la mitad del chile, hasta que esté caliente.
Retira la sartén del fuego. Coloca el bulgur y los champiñones en un plato grande, espolvorea el resto del queso feta, la cebolla, el perejil y la pimienta. Termina el plato con un chorrito de aceite de oliva extra y sirve.