Hace unas dos semanas que en el súper montaron un expositor, bien a la vista, con todo tipo de cortes de bacalao. En casa lo solemos comer gran parte del año, tanto fresco como deshidratado, pero parece que en fechas próximas a Semana Santa hay más afición a preparar platos con él por razones culturales. No obstante, dicho sea de paso, hay que tener en cuenta que la mejor temporada para consumir bacalao va desde diciembre hasta mayo, por lo tanto esa también es una buena razón para que lo tengamos en cuenta.
Las ensaladas, en general, no tienen mucho misterio. El secreto está en elegir productos muy frescos y saberlos combinar de tal manera que la mezcla resulte sabrosa. Si se aliña con acierto y de forma generosa puede ser un plato de 10. Esta receta la vi en la revista de cocina "Cuina", pero no es la primera vez que pongo bacalao o espárragos en la ensalada, aquí podéis ver una con pollo súper buena. Y aquí otra con bacalao y naranja.
Ingredientes para 4/6 personas
400 g de bacalao deshidratado
200 g de espárragos trigueros
1 bolsa de mezclum
Hierba limón
250 g de tomates sherry
4 pimientos rojos baby
150 ml de aceite de oliva virgen extra
50 ml de vinagre de vino blanco o de manzana
2 cucharadas rasas de mostaza antigua
1 cucharada de semillas de hinojo (en herboristerías)
Pimienta negra
Sal.
Preparar la vinagreta con antelación. Mezclar el vinagre con la sal. Añadir la mostaza y diluir. Condimentar con pimienta negra (al gusto) y el hinojo. Añadir el aceite de oliva. Emulsionar. Comprobar si está a vuestro gusto y rectificar el condimento si hiciera falta. Reservar.
Unos quince minutos antes, macerar el bacalao con aceite de oliva y pimienta negra. Lo podéis cortar a dados o utilizar desmigado, como más os guste.
Disponer el mezclum y la hierba limón en una bandeja de servir. Lavar y secar las hortalizas.
Cortar los sherry en dos y los pimientos a rodajas.
Lavar y secar los espárragos. Si alguno es demasiado grueso cortar en dos mitades.
Untar de aceite una sartén o plancha. Colocar los espárragos en la sartén, de uno en uno, sin que se amontonen. Echar unas gotitas de agua por encima para que se vayan ablandando a medida que sofrien. Así quedarán más gustosos que si se hacen hervidos. Dar la vuelta para que se cocinen por los dos lados. Terminar con un hilo de aceite de oliva. Os tienen que quedar al dente.
Solo queda montar la ensalada en un bol, bandeja, o de forma individual, distribuyendo todos los alimentos de manera equilibrada.
Aliñar por encima de manera generosa y servir inmediatamente.
¡Qué paséis un buen fin de semana!