Mala suerte la de la sandía. Aparece en los mercados con todo su esplendor compartiendo mostrador con su eterno rival, el melón, y con otras frutas apetitosas como las peras, las ciruelas y los melocotones. Ante tanta competencia había que reinventarse. Lo primero que se hizo con la sandía fue eliminar esas pepitas negras que hay que quitar pacientemente con un cuchillo o, simplemente, escupirlas a medida que te las vas encontrando en la boca. Una vez conseguido este primer objetivo gracias a manipulaciones genéticas, lo segundo era conseguir que la sandía no fuese simplemente un postre sino hacer de ella un ingrediente más de platos como el gazpacho, el secreto ibérico con sandía a la plancha, o esta ensalada que hoy presentamos, de elaboración sencilla y muy refrescante para los meses que se avecinan.
Otras recetas que se pueden hacer con esta fruta son el Tartar de sandía con jalea de menta y la Sopa de sandía con helado.
RECETA.
INGREDIENTES
Lechuga de hoja de roble.
Sandía.
Rábanos.
Queso para ensaladas.
Sésamo (opcional).
Aceitunas negras.
Piñones.
Aceite de oliva virgen extra.
Aceto balsámico de Módena.
Sal.
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PREPARACIÓN
Con un saca bolas o cucharilla parisina hacer bolas de la siguiente manera: apoyar la cuchara sobre la sandía, presionar sobre la pulpa hasta hundirla y a continuación girar hacia los dos lados hasta conseguir hacer una bola.
Poner en la base del plato la lechuga, las bolas de sandía, los rábanos en rodajas, los dados de queso rebozados en sésamo, los piñones y las aceitunas negras en rodajas.
Aliñar en el momento de servir con una vinagreta en la siguiente proporción: 1 cucharada de Aceto Balsámico de Módena y 3 cucharadas de aceite de oliva junto con un poquito de sal. Preparar esta mezcla en un recipiente y añadir.