Hoy toca una ensalada, aunque os diré la verdad, se podría decir que es una versión de esos bocadillos de calamares o sepia con alioli que nos comíamos en otros tiempos, el mejor bocadillo del mundo ¿o no?, así que si esperabais una ensalada ligerita para mantener el tipo ateneos de ver esta receta porque será imposible que os resistáis, se os hará la boca agua y la haréis fijo.
Ingredientes para 8 personas:
1 sepia pequeña
2 unidades de lechuga (yo utilice hoja de roble y Batavia)
150 gr de pan
1 cebolla grande
Aceite para freír
Harina y cerveza para la fritura
Aceite de oliva
1 huevo
1/2 ajo
Vinagre y sal
50 gr de beicon ahumado (opcional)
Elaboración:
Limpiar las lechugas y cortar.
Cortar el pan y el beicon (opcional) en cuadrados y freír, reservar.
Corta la cebolla en juliana, echarla en una sartén con un poco de sal a fuego bajo y tapar. Dejar hasta caramelizar moviendo de vez en cuando.
Preparar un alioli ligero:
Echamos en un recipiente el huevo, 1/2 ajo sin germen (eso verde que tiene en el medio), un poco de sal, un chorro de vinagre y como un dedo de aceite de oliva y batimos, cuando se haya mezclado bien vamos echando otro dedo más de aceite y batimos hasta que se mezcle y así hasta tener la consistencia deseada, de esta forma será muy difícil que se nos corte. Reservamos.
Mezclamos todos los ingredientes aliñándolos con el alioli ligero al gusto.
Cortamos la sepia en aros finos y añadimos sal. Mezclamos la harina con la cerveza, el resultado tiene que ser una masa ligera y un poco espesa, pasamos las anillas por esta mezcla y freímos en abundante aceite caliente. Ponemos sobre papel absorbente para que pierda el exceso de grasa, y añadimos a la ensalada, mezclamos bien y a disfrutar.
Espero que os guste esta sabrosa ensalada no apta para dietas. Ya me contaréis que os parece.
Hasta pronto.