Ya acabada la Semana Santa, seguimos con nuestras recetitas, dejamos de lado los dulces y nos ponemos manos a la obra. Hoy os traigo una receta la cual llevaba mucho tiempo queriendo hacer. Como todas las recetas que traemos, son recetas fáciles de hacer y sencillas, siempre con una historia detrás, con sus gentes y sus trucos. Estos flamenquines, vienen directamente desde Córdoba, de la mano de Santa, la madre de uno de mis mejores amigos, Juanma. Experta en flamenquines como buena cordobesa!!!
El flamenquín es un plato que tiene su origen en Montalbán de Córdoba. Recibió el nombre por su color, rubio como los flamencos que llegaron acompañando al emperador Carlos V (color dado por el rebozado con huevo batido).
Receta para cuatro personas
Duración: 35 minutos
– 1 Kg de filetes frescos de lomo
– 150 gr de jamón serrano con un poco de tocino blanco
– Pan rallado
-3 Huevos
– Aceite y sal
Lo primero que vamos a hacer es estirar nuestros filetes de lomo, te puedes ayudar de una palmadera (mazo de cocina) o si no tienes, como es mi caso, de un rodillo. Los expendemos en un plástico, los cubrimos con otra capa de plástico y pasamos el rodillo.
Una vez estén listos, ponemos encima de cada uno una loncha de jamón serrano. los enrollamos desde la parte ancha del filete y los apretamos bien. Dejamos reposar en la nevera unos minutos. Yo no hecho sal, pues el jamón ya le da un toque. Si quieres puedes echar, pero muy poca sal.
Posteriormente batimos los huevos y ponemos el pan rallado. El truco de estos flamenquines es el doble emborrizado, que los hace mas crujientes y evita que se abran en la fritura.
Rebozamos, primero con con huevo luego pan rallado, luego huevo de nuevo y finalmente con pan rallado.
Los freímos en abundante aceite de oliva suave.
Puedes servirlos con un poco de mayonesa, salsa ali-oli o ensalada.
Consejo: Es interesante que ya que nos ponemos a hacer flamenquines, hacer mas cantidad ya que podéis congelarlos.
Algunos dicen que toma el nombre por el color rubio del dorado que toma en la freidora (recordando a los flamencos que trajo Carlos V) y otros por lo largos que son, flamenquín es una expresión muy andaluza que viene a ser precisamente eso, largo y ‘espigao’. ¿Vosotros que opináis?
¡¡Hasta la siguiente receta!!