Buenos días! Volvemos a la carga con el reto Asaltablog después del parón veraniego y lo hacemos robando recetas de la cocina de Mabel (Mabels Kitchen). Un trabajo que parece fácil pero que no lo es en absoluto. ¡No sabéis lo que cuesta quedarse solo con una receta!
Aunque no ha sido fácil, me he decantado por esta focaccia, ya que llevaba tiempo queriendo preparar una. Esta combinación de ingredientes me pareció deliciosa en cuanto la vi así que enseguida se me disiparon las dudas. La receta original la podéis ver aquí. Y dicho esto, os dejo con mi receta. Vamos a necesitar:
450 g harina de fuerza
250 ml agua templada
8 g levadura fresca de panadería
1 c/c sal
1 c/c azúcar
50 ml AOVE
2 dientes ajo
Olivas negras sin hueso
Romero fresco
Sal maldom
En un cazo ponemos el aceite y agregamos las olivas en rodajas, el ajo bien picado y unas ramitas de romero. Lo llevamos al fuego hasta que este humee, retiramos y reservamos. Cuando el aceite se haya enfriado, lo colamos. Guardamos el ajo y las olivas y las ramas de romero las desechamos.
La masa de la focaccia la he preparado en la panificadora. Para ello he puesto el resto de los ingredientes en la cubeta, programa 6 (amasado y levado) A mitad de programa he echado las olivas y el ajo que teníamos reservados.
Para los que no tenéis pacificadora se prepara de la siguiente manera:
Disolvemos la levadura y el azúcar en el agua templada. Ponemos la harina y la sal en un bol y echamos poco a poco el agua. Mezclamos hasta obtener una masa lisa y elástica. Dejamos levar alrededor de una hora. Pasado el tiempo, amasamos ligeramente e incorporamos las aceitunas y el ajo.
Formamos una bola, colocamos en la bandeja de horno forrada con papel sulfurizado y la aplanamos con la mano. Hacemos agujeritos con el dedo y con un pincel pintamos la superficie con el aceite que habíamos reservado. Ponemos unos tallitos de romero fresco en cada agujero, espolvoreamos con sal maldom por encima toda la superficie y dejamos levar unos 30 minutos mas.
Pasado el tiempo, horneamos a 190º unos 30 minutos (o hasta que esté doradita). ¡¡Os aseguro que está de muerte lenta!!