Una buena solución para un aperitivo o, en fuentes individuales, para un plato fuerte tras una ensalada o una sopa fría.
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FUENTE: La Cucina Italiana
INGREDIENTES
Un kg de tomates maduros.
400 g. de gamba pelada.
200 g. de queso feta.
Una cebolla.
Un diente de ajo.
Aceite de oliva virgen extra.
Perejil.
Sal y pimienta.
ELABORACIÓN
Lavar los tomates y hacerles un corte en cruz en uno de los extremos.
Poner a calentar agua en un cazo y cuando hierva, sumergir los tomates y escaldarlos durante un minuto.
Sacarlos a un plato y, cuando se enfríen, pelarlos, despepitarlos y trocearlos. Reservar.
Pelar y picar la cebolla.
En una cazuela, calentar dos cucharadas de aceite y rehogar la cebolla picada unos minutos. Cuando comience a transparentar, añadir el tomate troceado y salpimentar. Tapar, bajar el fuego y cocinar durante treinta minutos, vigilando para que no se quede muy seco el sofrito. En ese caso, añadir un poco de agua.
Precalentar el horno a 180º C.
Mientras, picar ajo y perejil y añadir al sofrito. Dar unas vueltas y comprobar el punto. Corregir si es necesario.
Prepara unas fuentes individuales y coloca una cama del sofrito. Sobre ella, coloca las gambas y cubre con el queso desmenuzado.
Colocar las fuentes en una placa de horno y hornear (a 170º C) durante 10/15 minutos o hasta que el queso comience a dorarse.
Sacar del horno y servir caliente.