Así que, ¡a comer coliflor!
Pero, claro, a los niños sobre todo sabemos que es una de las hortalizas que más les cuesta. La semana pasada os conté que las hamburguesas de coliflor les encantaron. Y es que estaban buenísimas.
Pues bien, hoy os traigo otra sugerencia, otra idea para comer coliflor de una forma diferente:
Receta de los grissini de coliflor
200 g de coliflor cruda
100 g de queso rallado (emmental u otro que nos guste)
1 diente de ajo
1 huevo
1/2 cucharadita de cúrcuma
1 cucharadita de orégano
1/2 cucharadita de sal
1 cucharada sopera de aceite de oliva
1/2 cucharadita de levadura tipo royal
Lavamos bien la coliflor y separamos los arbolitos del tronco.
Pelamos el ajo y le quitamos el germen para que no repita.
Trituramos todos los alimentos con nuestra thermomix, my cook u otro procesador de alimentos hasta tener una masa uniforme.
Precalentamos el horno a 200ºC, calor arriba y abajo.
Volcamos la masa en una manga pastelera con la boquilla que más nos guste o sin boquilla, como en mi caso, y trazamos tiras en una bandeja de horno forrada con papel de hornear o con una lámina de silicona.
Otra opción es hacerlo en un molde especial para grissini. Yo usé uno de Lekue. Si lo hacéis así, tened la precaución de rellenar los huecos salteados para que no se peguen.
Horneamos durante 10-15 minutos hasta que veáis que comienzan a dorarse.
Sacamos del horno y dejamos templar antes de consumir.
Están riquísimos como picoteo, pero si os sobran, porque salen muchos, probad a incluirlos como guarnición de un guiso de carne, por ejemplo, con la salsa de estas deliciosas carrilleras de cerdo ibérico al vino tinto. Veréis qué originales quedan.
Espero que no estéis cansados de coliflores porque aún me quedan algunas formas originales que os tengo que enseñar. Pero será la semana que viene.
Mientras tanto, podéis apañaros con estas:
Buñuelos de coliflor
Coliflor con bechamel, la clásica, deliciosa.
Crema de coliflor con almendras, especial para las cenas de invierno.