En la familia de Isabel ha sido tradicional preparar este plato tan natural y reconfortante y ella lo hace hoy en día.
Basta con ajos y pan duro.
Increíble ¿verdad?
La sopa de ajo es típica en ambas Castillas y en Aragón pero se conoce y se prepara en toda España.
Dionisio Pérez, Post-Thebussem, gastrónomo de principios del siglo XX dice en su Guía del Buen Comer Español:
La sopa de ajo madrileña, la de los cafés y las tabernas, se hace poniendo aceite en la sartén y friendo en seguida tres o cuatro ajos picados. Cuando están bien dorados, se agrega una cucharada de pimentón y, antes que ennegrezca, el pan cortado a rebanadas, algo tostadas o no, el agua hirviendo y la sal. En los cafés zampan un par de huevos por ración; en las tabernas, uno solo, generalmente, y en los lugares modestos se bate un huevecillo y se vierte para que dé sabor y apariencia y alcance la ilusión del huevo para todos con poco gasto. El llevar la sopa luego de hecha al horno, dejándola allí resecar y cubrirse de un costrón, es refinamiento en que no pensaron nuestros abuelos.
A continuación os transcribo la receta de Isabel que me ha hecho llegar después de haber preparado ella este plato. Me aclara que su receta es una receta básica y que por supuesto puede aceptar modificaciones.
Isabel dice de este plato que reconforta y alimenta al mismo tiempo: “Yo lo he tomado de pequeñas muchas noches y a estas alturas creo que pocos platos hay que me gusten tanto y me sienten tan bien”
Ingredientes para hacer sopa de ajo o sopa castellana (3 o 4 personas)
4 o 5 dientes de ajo
Media barra de pan (mejor duro del día anterior)
Aceite de oliva Virgen
1,5 litros de agua
En Castilla y León las sopas de ajo también llevan una cucharadita de pimentón dulce y se le llama Sopa Castellana
Si se desea se puede sustituir el agua por caldo de pollo o verduras.
Preparación:
En una cacerola se pochan en aceite los ajos cortados longitudinalmente (también pueden ser laminados) sin que lleguen a dorarse pero que suelten toda su sustancia:
En este punto se puede sofreír la cucharadita de pimentón dulce, con mucho cuidado de que no se queme.
Añadir el agua (o caldo) y dejar hervir unos diez minutos y a continuación echar el pan en rodajas muy finas y dejar hervir unos minutos, hasta que el pan esté como “deshecho” y al remover se quede la miga como enredada en la cuchara. Salar al gusto. Apagar el fuego, dejar reposar 2 minutos y servir.
Hay personas que les gusta con huevo y otras sin huevo. Para las que les guste con huevo, simplemente tenéis que escalfarlo en la propia sopa durante 3 minutos y listo. Eso ya va en gustos.
Se puede añadir chorizo o jamón en el sofrito o lo que nos dicte nuestra imaginación.
Sopa de ajo: ideal para entrar en calor