Recetón de esos que se merecen un monumento en la plaza de cada pueblo y ciudad. Este plato tan deseado por Garfield se puede convertir perfectamente en una de esas comidas de domingo por el que vale la pena estar una hora metido en la cocina.
La vamos a preparar haciendo cada capa por un lado y luego las juntaremos, rallaremos con queso y gratinaremos en el horno. ¡¡Increíble!! Además, lo bueno que tiene es que la podéis hacer el sábado (por ejemplo) y comerla el domingo sin ningún problema. Venga, let"s cook:
DIFICULTAD:
Simplemente es larga, pero no es nada difícil. Y de verdad que el resultado lo merece.
INGREDIENTES:
Placas de pasta para lasaña. Usaremos de esas que no necesitas precocción, pero usa las que quieras y sigue las instrucciones del fabricante.
Carne picada. Me gusta usar mezcla de ternera y cerdo; aproximadamente medio kilo
Media berenjena
Media cebolla
Un pimiento verde
Una zanahoria
Salsa de tomate. Usa preferiblemente tomate casero (aquí la receta), pero si usas tomate de bote.... tampoco se va a acabar el mundo
Salsa bechamel (muy clarita). Si no sabes hacerla, te dejo aquí un post sobre ¿cómo hacer salsa bechamel de forma fácil?
Orégano, salsa tabasca, curry y ajo en polvo. Estas son las especias que suelo usar par esto, pero ponle las que más te gusten. No hay problema.
Queso rallado
Sal, pimienta negra y aceite de olivaPREPARACIÓN:
Como dijo Jack el destripador, vayamos por partes:
Lo primero que vamos a hacer es lavar todas las verduras, las vamos a picar en cuadraditos pequeños y las vamos a poner a pochar en una sartén con un chorrete de aceite de oliva, sal, pimienta negra, curry y un poco de ajo en polvo. No te obsesiones con las cantidades, ponlo todo a tu gusto y ve probando para jugar con el sabor de las especias.
En otra sartén vamos a poner la carne a freír con un chorrete de aceite de oliva. La iremos moviendo para despegarla y que quede sueltecita. Ponle sal, pimienta negra, unas gotas de tabasco y ajo en polvo. Cuando esté casi hecha, añade un buen chorrazo de salsa de tomate, el orégano y deja que haga chup-chup.
Ve removiendo las dos sartenes hasta que se hagan y queden con la textura de relleno de lasaña.
Ahora vamos a montarla. Vamos a coger una bandeja de horno y la vamos a untar con un poco de aceite para que luego sea más fácil de desmoldar. Pon un poco de bechamel en el fondo y ponla primera capa de pasta. Ya os digo que yo la suelo hacer con pasta que no necesita cocción en agua, pero tú usa la que quieras.
Después de la primera capa de pasta, añade capa de carne, capa de pasta, capa de verduras, bechamel, otra capa de pasta.... Y así hasta que nos quedemos sin ingredientes o se acabe el molde y no quepa más. La última capa tiene que ser de bechamel.
Espolvorea queso rallado por encima y métela en el horno a 180ºC durante unos 15-20 minutos. Luego ponle el grill, sube la temperatura y déjala hasta que se dore el queso. ¡¡Listo!!
Vais a alucinar con esta lasaña. Es muy simple de hacer y aunque es cierto que se tarda un poco, el resultado es delicioso. Deja que se dore bien en el horno y se quede churruscante, apoteósica y genial. Es tremendo eso de ir comiendo y encontrar la carne especiada un poco picante, las verduras con curry, algún trozo de zanahoria aún crujiente la suave bechamel, el queso gratinado... -Bufff, estoy babeando el teclado del ordenador-.
Probad a hacerla y me contáis qué tal os ha salido. Podéis también congelarla y meterla en el horno en el momento de comerla. Queda perfecta y no hay problema. Y a cocinar, filibusteros, que el mundo se va a acabar.