Navegando por los mares de Alá.
El sibilante y huracanado viento
Que sobre el undante mar ululaba,
Y las furentes y arboladas olas
Del lato piélago: ¡como medraban”
En medio de una feroz tempestad
¡por Dios! Atrapado otra vez estaba,
En un vetusto y decrépito baco
Que, temoso, regresar intentaba.
Por las cabillas del timón sujeto
El bajel ondulando navegaba,
Mientras el adarce de su cubierta
El entrante y torvo mar arrancaba,
Y por los imbornales y la borda,
Sin tregua, por poco si desaguaba.
A babor: sólo el inmenso océano,
A estribor: una tenue luz giraba,
Mas fijados sus lejanos destellos
Resultó ser: un faro en el Sahara.
De cara al exaltado mar surcamos
Hurtando la banda a la marejada,
Evacuando a popa por sotavento
Lo que por proa cada embate embarcaba.
Curtido por mis años en tal suerte
Y entre recios nautas, de camaradas,
Como gajes del marinero oficio,
Estoicos, resistimos la batalla.
Y así….seguimos arrumbando al norte
Y ello nos condujo de nuevo a casa,
Sabiendo que volveré a estos mares
A retomar sus riesgos y amenazas.
Francisco Martín Martín.
Su autor, Francisco Martin un reconocido gran poeta y escritor malagueño, con una extensisima obra plasmada en sus libros….me escribía así:
Toñi, el barco en el que yo navegaba con tus tíos Antonio (Patrón del barco) y Pepe se llamaba “Mari Feli Feriche”, pero el barco en el me cogió esta tempestad del poema, cuando regresábamos de Dakar (Senegal) se llamaba Miguel Ángel Ferrer y lo cito en mi autobiografía juvenil.
En cualquier caso, con tus tíos, nos cogieron bastantes tempestades similares. De hecho, en dicho libro hago referencia que al “Mari Feli Feriche” le llamábamos “El submarino”.
El porqué de ése sobre nombre del submarino…imagínenselo….cuantas tempestades, cuantos golpes de mar soportaría aquellos hombres dentro de aquel barco sin desfallecer, cansados y agotados tras la titánica lucha que debían mantener durante tantas horas en aquel pequeño barco pesquero, que quizás les salvó la vida en más de una ocasión a fuerza de luchar con las marejales, de hundirse y volver a salir a flote en ésos mares africanos.
Ello ocurría en los años 50 y 60 del pasado siglo.
Navegando durante meses y meses por ésas aguas de la costa Africana que Francisco, aquel marinero, hoy poeta malagueño aún recuerda que llamaban “Los mares de Alá”.
No recuerdo si entre sus redes les llegaron a sus bodegas algún que otro atún, sé que la pesca que realizaban era de piezas de gran tamaño que por lógica no se encuentran en las costas malagueñas, que volvían a puerto más o menos cada dos meses……
Pero sí les puedo asegurar que que ésos atunes pescados en El Estrecho, en las costas gaditanas o malagueñas, como siempre han ocurrido llegaban a los mercados malagueños y aún hoy en día ocurre, así que siguiendo la tradición de mis mayores, los consumo y llegan a Mi Cocina.
Generalmente se preparaba cortándo el atún en trozos y añadiéndolos en la "fritá" de tomates, personalmente me gusta dejar los lomos enteros; así que tomen nota de ésta otra opción de la receta, integrarlos en pequeñas porciones dentro del tomate frito. Concretamente suelo comprarlo en el Mercado de Huelin, donde Salvador….qué deciros de la calidad, nada más hay que ver el color de las piezas que siempre tiene en su puesto, en el mostrador
¿No creen? Juzguen Vds. mismos.
Con ésta maravillosa materia prima, suelo preparar dos recetas: encebollados (aqui pueden encontrar la receta), es como le gusta a mi marido y con tomate frito…..que sinceramente es mi predilección.
¿Cómo lo hice?
Ingredientes para dos filetes:
2 filetes de lomo de atún, medio kilo de tomate maduro, media cebolla blanca dulce (tipo cebolleta), aceite de oliva virgen extra, sal, una cucharadita pequeña de azucar y una ramita de albahaca fresca (es opcional…si no gusta el sabor de la albahaca se puede suprimir y adornar el plato con perejil picado).
Los pasos a seguir:
Picar la cebolla en trozos pequeños, pelar los tomates y picarlos igualmente en trozos pequeños.
En una cacerolita echar un buen chorreón de aceite de oliva y pochar a fuego lento la cebolla, salando previamente, hasta que esté transparente.
Agregar los tomates y siempre a fuego lento freírlos, removiendo de vez en cuando (aconsejo tapar la cacerola, a fin de evitar que salpique), salando al gusto y añadiendo un pelín de azúcar a fin de suprimir en parte la acidez del refrito. (Es importante freir bien el tomate, ya que de ello dependerá el sabor del mismo).
Una vez listo, retirar del fuego y conservar caliente.
En una sartén echar un chorreón de aceite de oliva, cuando esté caliente echar los filetes de atún y marcarlos durante un minuto por cada lado, salando al gusto.
A la hora de presentar el plato, colocar el lomo de atún, salsear con abundante tomate frito, añadir la albahaca troceada y acompañar con arroz blanco o patatas fritas.
Aunque una buena “sartená” de berenjenas fritas no le va nada mal ¿A que apetece?
¡¡ Buen provecho….y buen comienzo de semana !!
A todos los hombres de la mar….en especial a aquellos marengos del “Mari Feli Feriche”…el submarino malagueño que surcaba los mares de Alá, entre ellos el patrón, mi tio Antonio, su segundo mi tio Pepe quienes cuando dejaron la mar de sus manos salían sus recuerdos haciendo pequeños barcos de madera.
Éste en concreto lo hizo mi tio Antonio, lo tengo en mi sala de estar y quiero pensar que es un reflejo de aquel barco que con maestría dirigía en busca de ésos tesoros pesqueros, como verán le puso mi nombre.... y al poeta Francisco Martin.