La manera lenta, ya la conocemos todos: se ponen los lomos de bacalao a desalar durante 24 ó 48 horas, cambiando el agua cada 12; se hace el pisto con las verduras y se guisa todo junto. El inconveniente es que hay que acordarse de poner el bacalao en agua que, no sé vosotros, pero yo siempre me acuerdo cuando ya estoy en la cama medio dormida y no veas el agua de Levante que me entra, y luego está lo de cambiar el agua cada 12 horas, que también tiene una guasa.
En cambio, haciéndolo con los lomos de bacalao ya desalado y en su punto de sal, que los hay muy buenos, y echando mano de unos pistos enlatados muy aceptables que venden, todo son ventajas. Y si el caldo de pescado que usamos también es de los que vienen en brick, ya es como para salir en el Guinness World Records.
Se puede hacer con lomos de cualquier otro pescado: rape, merluza, rosada, pez de San Pedro, pez espada... Siempre que los lomos no tengan espinas, al tener las verduras por encima, no se verían y no es agradable ni seguro encontrarse espinas al comer. No es cuestión de salir corriendo a urgencias con una espina de pescado atravesada en la garganta.Ingredientes
3 ó 4 lomos de bacalao desalado.
1 lata de fritada de verduras (pisto) de 400 gr.
1 vaso de caldo de pescado en brick.
Harina.
Aceite de oliva.
Elaboración
Enjuagar y secar los lomos de bacalao. Pasarlos por harina y freirlos ligeramente en aceite de oliva por los dos lados. En cuanto tomen color, añadir el contenido de la fritada de verduras y una vez haya tomado temperatura, el caldo de pescado.
Cocer a fuego medio unos minutos, lo justo para que evapore el exceso de líquido.
Emplatar y servir caliente.
La única complicación de este plato, es que hay que tener mucho cuidado para que el bacalao no se seque, tiene que quedar muy jugoso.