En Aragón (y seguro que en algún sitio más), las lonchas de jamón cortadas gruesas y cocinadas se llaman “magras”. La manera clásica de cocinarlas es con salsa de tomate y yo las he hecho siguiendo la receta del libro "La cocina de ellas" de Teodoro Bardají.
Jamón serrano: 8 lonchas (de un centímetro de grosor, aproximadamente).
Leche.
Pan: 8 rebanadas.
Azúcar: media cucharadita.
Vinagre: dos cucharadas.
Vino blanco: 100 mililitros.
Tomate entero pelado: 400 gramos.
Aceite de oliva virgen extra.
Valores nutricionales (por ración):
Calorías: 219.
Hidratos de carbono: 16 gramos.
Grasas: 10 gramos.
Proteínas: 12 gramos.
Precio (por ración): 1,07€.
ELABORACIÓN:
Templamos un poco la leche y ponemos en ella las lonchas de jamón durante 10 minutos para desalarlas.
Mientras se desala, troceamos el tomate y lo freímos, a fuego lento, en una sartén con aceite de oliva.
Sacamos el jamón de la leche y lo escurrimos entre dos papeles de cocina para que suelten toda la leche.
Ponemos los trozos de jamón en una sartén caliente. Si el jamón tiene tocino, no será necesario añadir aceite.
Una vez que hemos frito todo el jamón, lo retiramos de la sartén y cortamos el pan en rodajas muy finas y las mojamos levemente en la leche de desalar el jamón. Las freímos en la misma sartén donde hayamos frito el jamón. Retiramos y reservamos.
En la misma sartén ponemos el azúcar, removiendo para que se mezcle con la grasa de la sartén, y añadimos el vinagre y el vino blanco. Mezclamos todo y añadimos el tomate que teníamos friéndose en la sartén.
Servimos las magras con el pan frito y cubiertas con la salsa de tomate.