Las manzanas asadas son un postre a medio camino entre fruta y “pastel de manzana”.
Una de las ventajas de esta receta es que necesitamos muy pocos ingredientes para prepararla. Además, podemos aprovechar para cocinar aquellas manzanas que ya están muy maduras y que son menos apetecibles en crudo.Las manzanas asadas suelen comerse como postre pero a mi también me gustan como guarnición de platos como el muslo de pato en confit, o el secreto ibérico.
Es un postre simple y antiguo: solo manzanas sin corazón rellenas con azúcar y horneadas hasta que están tiernas para poder comerlas con una cuchara.
Me encanta la textura de la pulpa de la manzana una vez cocinada. Y la podéis conservar en la nevera, en un recipiente hermético, durante varios días (3-4).
Aunque podemos usar cualquier tipo de manzana, personalmente me gustan las manzanas asadas tipo Golden y también las Reinetas en las que se complementa el toque ácido de la reineta con la dulzura del azúcar.
Manzanas asadas
Dificultad: muy fácil
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Ingredientes
Manzanas tipo Golden o Reineta (necesitaréis una manzana por persona. No importa cuántas horneeis a la vez si hay suficiente espacio en la bandeja de horno. Yo pongo varias en una fuente para hornear para mi sola).
Azúcar moreno o blanco
Canela molida o en rama
Brandy o vino dulce ( o agua)
Preparación
Precalentad el horno, calor arriba y abajo, a 190-200º C
Lo primero que debéis hacer es lavar las manzanas a conciencia y secarlas.
Con la ayuda de un cuchillo quitad el tallo y vaciad de forma que quede un hueco. Hay gente que prefiere quitar el corazón y las pepitas de la manzana con un vaciador. Si lo preferís así, hacedlo con cuidado para no llegar al otro lado de la manzana porque la romperíais.
Rellenad el hueco con un poco de azúcar y clavadle una ramita de nanela o espolvoread con un poco de canela molida.
En una fuente de horno, cubierta con papel de horno, poned las manzanas y las bañáis con un poco de Bandry o un vino dulce o simplemente con un poco de agua. Lo hacemos para evitar que se queme la manzana. Además, facilitará que se ablande. Si cuando lleven como una media hora veis que se han secado y el líquido se ha evaporado, abrid el horno y añadid un poco más de liquido.
Cuando la piel comience a arrugarse y al pincharlas están tiernas, ya están. Lo ideal es que la manzana se quede entera aunque a veces se abren. Es puramente visual. Están riquisimas igualmente. A mi la verdad es que no me importa que se abran.
Debido a que el contenido de humedad de cada manzana varía, el tiempo exacto de cocción también variará. Os recomiendo verificar el punto de cocción de vuestras manzanas a partir de los 40 minutos; no os sorprendais si necesitais una hora. Con una hora os quedará una manzana perfectamente almibarada.
Web: Commememucho
Una receta de esas clásicas, que pasan de generación en generación, y constituye una forma magnífica de consumir fruta.