He aprovechado que hoy es mi santo para haceros un regalo en forma de nueva receta. En este caso, una de las tartas de queso más fáciles del mundo, pero con la que obtendréis un resultado superior. Una cheesecake hiper jugosa y tierna aromatizada con ralladura de naranja y una chispita de canela en polvo.
Originaria de la isla griega de Sifnos, la melòpita es una tarta de elaborada a base de un queso fresco, tipo requesón, y miel. Es sublime, de verdad.
En el blog encontraréis una receta de tarta de queso con miel e higos, que es excelente. Pero si queréis complicaros aún menos la vida, este de aquí es vuestro pastel. Simple a más no poder. Rico, lo indecible. Jugoso, a tope.
He probado a prepararlo tanto con requesón como con queso fresco de Burgos, y ambas opciones son geniales. Reconozco que un buen requesón me vuelve loca. Lo adoro tanto para comerlo sobre una tostada como para elaborar postres, pero últimamente no sé por qué extraña razón sólo lo encuentro en sitios muy puntuales. Es por esto que también probé la receta con queso fresco tipo Burgos, que siempre lo localizo en el lineal de refrigerados del súper. Y el resultado también fue la mar de satisfactorio.
No me enrollo más y os dejo con la receta, que estoy segura de que estáis deseando leerla para ponerla en práctica tan pronto como os sea posible. Ahí va. Espero que os guste.
Melòpita con naranja y canela (tarta de queso griega de requesón y miel):
Receta de Giallo Zafferano
INGREDIENTES (para un molde de 15cm)
400g de queso fresco tipo requesón
90g de miel de flores, y un poco más para bañar la superficie de la tarta ya horneada
2 huevos
10g de maizena
La ralladura de media naranja
1/4 de cucharadita de canela en polvo
Un puñadito de nueces (yo le puse una mezcla de nueces pecanas, nueces de California y nueces de Macadamia)
PREPARACIÓN
Precalentamos el horno a 170ºC, engrasamos el molde y cubrimos su base con papel vegetal.
Por un lado, chafamos el queso con un tenedor.
Por otra parte, mezclamos la miel con los huevos, la ralladura y la canela. Añadimos el queso y la maizena. Mezclamos y vertemos dentro del molde que tenemos preparado.
Horneamos 40 minutos a 170ºC. Pasado este tiempo, apagamos el horno, y dejamos la tarta dentro durante 10 minutos más. La dejamos enfriar por completo, la reservamos durante toda la noche en la nevera, y al día siguiente la desmoldamos. Cubrimos su superficie con miel y decoramos con las nueces variadas.