Sin embargo es un auténtico imprescindible dentro de la repostería.
Y es que a parte de acompañar untada innumerables desayunos a lo largo de nuestra vida nos acompaña en incontables dulces y elaboraciones.
Ademas, el sabor que tienen las mermeladas caseras, sin desmerecer a nadie, no tiene comparación alguna con cualquiera que se pueda comprar.
Es por eso que os invito a adentraros en el maravilloso mundo de las mermeladas y probéis a realizar todas las combinaciones que os proponga.
No os arrepentiréis amig@s...
Hoy por ejemplo os propongo una deliciosa y clásica mermelada de fresa, hecha de manera artesanal y que es ideal tanto untada, como hablábamos antes en una buena rebanada de pan, como por ejemplo en una cobertura de una tarta, de relleno en un bizcocho... muchísimas opciones y todas deliciosas.
Ingredientes
• 1kg. de fresas
• 450gr. de azúcar
• El zumo de un limón
Elaboración
Lavamos muy bien las fresas, les quitamos el rabito y las troceamos.
Las ponemos en un bol amplio junto con el azúcar y las dejamos macerando unas cuantas horas.
Una vez macerado lo ponemos todo en una cazuela, junto al zumo del limón, a fuego medio/bajo.
Lo vamos dejando reducir removiendo de vez en cuando para que no se pegue. Suele tardar cerca de una hora.
El final ya va en gustos. Si os gusta encontraros con trocitos de fresa podéis dejarla tal cual, pero si os gusta más fina podéis pasarle la batidora justo antes de embotarla.
Verter en los botes, se cierran y se ponen con el tapón para abajo hasta que estén completamente fríos para que hagan el vacio y duren más tiempo. De esta manera os duraran meses.
También podéis ponerlos cerrados en una cacerola, cubiertos de agua, al fuego unos 20 minutos desde que comience a hervir y os durara más de un año, aunque en casa suele desaparecer mucho antes de esa fecha…
Fuente: este post proviene de La Dulce Pasion de David, donde puedes consultar el contenido original.
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