Algunos libros de cocina, o más concretamente, recetarios, trascienden su propia condición y se convierten en leyendas, en libros de cabecera para generaciones de cocinillas y construyen una leyenda a su alrededor.
Esto es lo que ocurrió con el que puede que sea el libro de recetas más famoso de la historia, al menos de la historia moderna.
Sí, hablo de "El arte de la cocina francesa" de Julia Chlid.
Se trata realmente de algo más que un libro, es una especie de enciclopedia que resume la cocina francesa a través de sus recetas más representativas. La publicación de la obra en español es muy reciente y ha supuesto un gran éxito editorial y una fuente inagotable de inspiración para blogueros como nosotros mismos.
El libro es muy tradicional, no incorpora imágenes ni del paso a paso ni del resultado final. Al fin y al cabo es como todos aquellos libros "de toda la vida" de cuando, si no tenías idea previa del resultado final que se espera y con el que comparar, cualquier parecido con la realidad podía ser sencillamente nulo, ¡pero qué más daba!, si el que reproducía la receta nunca había visto un buey a la borgoñona de los que se sirven en un restaurante francés, su estofado era perfecto.
A nosotros nos atrae la cocina francesa y tenemos muchas recetas de inspiración gala. Hoy Pendiente de Diagnosticar (que sigue en racha) se ha lanzado a reproducir la mousse de naranja de la gran Julia, aunque en puridad os diré que más bien se trata de un helado cremoso o una mousse helada o... en fin, en cualquier caso algo delicioso.
Ingredientes:
El zumo de 3 ó 4 Naranjas.
1/2 Limón.
6 Yemas de huevo.
6 Claras de huevo.
3 Cucharadas de licor de naranja.
1/2 Taza de azúcar.
1/2 Taza de nata (crema de leche) para montar.
2 Cucharaditas de maicena.
1 Cucharada de azúcar.
Una pizca de sal.
Chocolate negro para decorar (opcional).
Elaboración (Reproduzco textualmente el texto del libro):
1.- Verter el licor en el medidor. Rallar la parte superficial de las pieles de 3 naranjas y la mitad del limón y añadirlas al recipiente. Exprimir 2 tazas de zumo de naranja.
2.- Batir las yemas de huevo y el azúcar en un cuenco hasta que la mezcla adquiera un tono amarillo pálido y alcance el punto de cinta (...). Añadir la maicena y el zumo de naranja. Pasar la mezcla al cazo, penerla a fuego moderado y remover con la cuchara de madera hasta que se espese, sin llegar al punto de ebullición (es decir, que no supere los 75º). Debe adherirse ligeramente a la cuchara. Apartar de fuego y batir un momento para detener la cocción.
3.- Batir en un cuenco las claras con la sal a punto de nieve hasta que formen unos suaves picos; espolvorear con el azúcar y seguir batiendo hasta que adquieran más consistencia. Incorporar las claras a la mezcla caliente y proseguir con el movimiento envolvente, con el cuenco colocado encima de unos cubitos hasta que se haya enfriado del todo y la crema se mantenga unida.
4.- Batir la crema (se refiere a montar la nata (crema de leche)) hasta que adquiera más consistencia en incorporar a la mousse fría. Repartir en los cuencos y dejar unas horas, mejor toda la noche, en el congelador.
Consideraciones:
Hemos añadido, a la hora de la presentación, ralladura de chocolate negro, que va muy bien con la naranja.
No se me ocurre vino mejor para maridar con este postre que un Sauternes, un vino dulce típico francés elaborado con uvas afectadas por la famosa Botrytis cinerea (podredumbre noble) pero vamos, un Pedro Ximénez o un moscatel patrio también irán muy bien.
"Con esta receta participamos en el concurso por el 4º cumpleblog de Rezetas de Carmen #PonUnLibroEnTuCocina" Es nuestra segunda participación y no será la última. ;)