La verdad es que la calabaza es uno de esos ingredientes que me costaba añadir a un postre (el calabacín es todavía una asignatura pendiente). Sin embargo, cuando recibí el libro de Bea y encontré que entre sus recetas favoritas estaba la tarta de calabaza, no pude resistirme.
Es una tarta muy otoñal. La mezcla de especias es fantástica. Me encanta la combinación de jengibre, clavo, canela y nuez moscada, le dan un toque muy especial a la tarta. Hay que tener en cuenta que la calabaza no tiene un sabor muy predominante por lo que estas especias añaden un sabor especial.
Además, esta vez me atreví con la masa quebrada hecha en casa. No tiene nada que ver. Solo con la satisfacción de conseguir hacerla le das un toque diferente a la tarta: el orgullo de dejar el miedo a que no te salga atrás (eso sí, con una hoja de masa quebrada comprada en el frigorífico por si acaso).
Os invito a todos a que la preparéis. No es muy difícil y la verdad es que el resultado es muy bueno. Además, yo la he acompañado con un poco de nata montada (crema de leche) y canela, consiguiendo una tarta redonda, de las que te dejan un buen sabor de boca. Eso sí, hay que tener en cuenta que a mí me encanta la canela. Si no te gusta su sabor, no te recomiendo que la acompañes con más canela. Eso sí, ¡dale una oportunidad a la tarta!
Os dejo la receta que espero que la probéis y me digáis qué tal os ha salido. Estoy encantado de que me enviéis fotos de cómo salen vuestras recetas en casa. Si queréis enviarme fotos podéis hacerlo a jaleoenlacocina@gmail.com. ¡Estaré encantado!
Tarta de calabaza
Dificultad: Media
Tiempo horneado: 60 mins (aprox)
Raciones: 12
Etiqueta: Postre
Receta: Relleno: El rincón de Bea, pág 250.
Para la masa quebrada:
200 gr de harina
110 gr de mantequilla
Media cucharadita de sal
Agua
Para el relleno:
3 huevos XL
Una cucharadita y media de canela
3/4 de cucharadita de jengibre
1/4 de cucharadita de nuez moscada
1/4 de cucharadita de clavo en polvo
Una pizca de sal
150 ml de nata (crema de leche) líquida
150 ml de leche
175 gr de azúcar moreno
450 gr de puré de calabaza
Nata montada (crema de leche) (opcional)
Canela en polvo (opcional)
- Para hacer la masa quebrada, mezclamos bien todos los ingredientes hasta conseguir una masa homogénea. Lo más fácil es hacerlo con una máquina amasadora, pero podemos hacerlo a mano. Debemos conseguir una textura granulada.
- Añadimos una cucharada de agua y batimos bien.
- Añadimos una segunda cucharada de agua y volvemos a batir. Si la masa sigue seca añadimos un poco de agua, pero no demasiada.
- Envolvemos la masa en papel film y dejamos reposar una hora.
- Precalentamos el horno a 175ºC.
- Enharinamos la superficie de trabajo y extendemos la masa con un rodillo.
- Colocamos la masa quebrada en un recipiente apto para el horno, de unos 23 cm. Hay que intentar que sobresalga por los bordes para poder después doblarlos y darles forma con los dedos.
- Colocar papel de aluminio sobre el molde y lo rellenamos con garbanzos. De esta manera la masa no subirá a la hora de hornearla.
- Horneamos durante 20 minutos.
- Colocamos en un bol los huevos, batidos ligeramente, y mezclamos con todas las especias hasta que estén bien incorporadas.
- Añadimos la leche, la nata (crema de leche) y el azúcar. Mezclamos bien.
- Pasamos la mezcla por un colador para evitar que tenga grumos.
- Añadimos el puré de calabaza y cocemos durante 7-9 minutos, hasta que haya espesado un poco. Removemos constantemente. La mezcla debe llegar más o menos a los 60ºC. No debemos dejar que cuaje ni que hierva, de lo cotarro deberíamos tirar la mezcla.
- Retiramos del fuego.
- Ponemos la mezcla sobre la masa brisa y horneamos durante 30-40 minutos, hasta que el relleno haya cuajado. El centro del pastel se debe mover un poco, como si fuera una gelatina, pues terminará de cuajar después de enfriarse.
- Dejamos enfriar sobre una rejilla.
- Servimos en frío acompañado de un poco de nata montada (crema de leche).
¡A disfrutar!
- Para hacer el pure de calabaza, debes cocer unos 650 gr de calabaza. Cuando esté blanda la escurrimos y dejamos reposar sobre un colador para que pierda el agua. Todavía en el colador vamos aplastándola con un tenedor para que se escurra mejor. Batimos con la batidora y nos cercioramos de que no haya ningún grumo.
- Con la masa quebrada sobrante yo hice unas flores que hornee junto a la tarta para luego poder decorarla.