Inspirado en Drôme que os presentaba el miércoles, encontré en su web de turismo esta receta de panna cotta de lavanda y compota de orejones y me dije que tenía que hacerla mía. Además con lavanda de la misma Provenza que me traje este verano de Marsella. Aunque los orejones o albaricoques secos, pues no de allí, son comunes en ese departamento francés; en esta ocasión son mallorquines de pro, concretamente de Porreras que son bastante ácidos y contrastan muy bien con el dulce de la Panna Cotta.
Aunque tradicionalmente la Panna Cotta se hace con gelatina, en esta ocasión quise probar como quedaba con agar-agar y no por el tema vegano, no, -no va por ahí la cosa-, (aunque no sé si sabéis que el agar-agar es de orígen vegetal y la gelatina de origen animal), si no por variar un poco la textura. La particularidad del agar-agar respecto a la gelatina es que este necesita hervir un tiempo para activar su poder gelificante (con la gelatina pasa lo contrario, nunca hay que dejarla hervir, porque pierde su poder gelificante e incluso da un sabor amargo). Al usar Agar-Agar tenemos la ventaja de que se puede usar en verano porque aunque haga mucho calor, nuestra gelatina no se deshace (aguanta hasta 30ºC). Solo una precaución, hay que dejarlo enfriar a temperatura ambiente y luego ya al frío, si lo enfriamos muy rápido, no quedará bien.
Yo, así en general, no soy demasiado fan de las texturas gelatinosas pero me estoy haciendo fan de las panna cottas y esta con lavanda tenía un sabor estupendo, es una elaboración que ofrece un montón de posibilidades.
http://www.cocinandoconcatman.com/recetas/recetas-postres-dulces/panna-cotta-de-lavanda-y-compota-de-orejones.html
(c) cocinandoconcatman.com
¿Cómo hacer panna cotta de lavanda y compota de orejones con nougat?
Comezamos nuestra panna cotta de lavanada por la compota de orejones, para ellos, agregamos los albaricoques secos en una olla, agua (que cubra los orejones un dedo) y una cucharada de azúcar. Dejamos cocer a fuego medio hasta que desaparezca el dedo de agua que cubría los orejones. Más o menos unos 20 minutos.
Seguimos poniendo la nata (crema de leche) y la lehe en un cazo y lo llevamos a ebullición, una vez que hierve, añadimos las flores de lavanda desecadas y retiramos del fuego, dejamos infusionar unos minutos.
Después, lo colamos, para retirar las flores, y volvemos a llevar al fuego. Añadimos el azúcar y cuando vuelva a hervir, añadimos el agar-agar. Luego dejamos cocinar sin dejar de remover durante 2 minutos, para que el gelificante se disuelva.
Disponemos la panna cotta de lavanda en los recipientes que lo vayamos a servir. Y los orejones, que ya estarán listos, los pasamos a un vaso de batidora y trituramos para tener nuestra compota. Pasamos a un recipiente y reservamos
Dejamos enfríar a temperatura ambiente y luego ponemos la panna cotta de lavanda en el frigorífico, al menos 3 horas (o de un día para ptro).
Servimos la panna cotta con la compota de orejones por encima y un trocito de nougat de Montélimar. También podríamos decorar con una brizna de lavanda fresca pero a estas alturas del año no hay.
Espero que os animéis a probar esta panna cotta de lavanda y compota de orejones, si os sobra compota no dudéis en probar sobre unas tostadas por que os va a sorprender, eso sí al llevar poco azúcar y al haber rehidratado los alabaricoques, no se conserva mucho tiempo. Para cualquier cosa, ya sabéis, tenéis los comentarios para ello.
Panna cotta de lavanda y compota de orejones ha sido publicado originalmente en CocinandoconCatMan. Puedes seguirme también en Twitter, Facebook y Google+.