Una vez más he vuelto a recurrir a uno de mis libros de cocina para la receta de hoy, un pastel de coliflor original, sencillo y sabroso. He vuelto a echar mano de uno de los cocineros que más me llaman la atención, Yotam Ottolenghi. Son dos ya los libros que tengo en casa con su trabajo, en concreto de cocina vegetariana. La receta de hoy corresponde al último publicado, Exuberancia, nombre perfecto para describir la cocina explosiva, diferente y original, toda vegetariana, con la que llena las páginas de este maravilloso libro.
Seguramente la coliflor es una de esas verduras que cuenta con pocos adeptos, principalmente entre el público más joven. Se trata de una verdura asequible y sencilla que podemos encontrar en todos los mercados. Aunque en mi casa nos encanta a todos y nos gusta disfrutarla simplemente cocida con una patatas ricas de Xinzo y un buen chorrito de aceite de Oliva, existen muchas otras formas de prepararla. Partiendo de la clásica coliflor con bechamel, podemos hacer recetas con esta verdura que se salgan un poco de lo habitual que contengan no excesivas grasas ni calorías y que sean del agrado de todos. La receta de hoy es una muestra de ello.
Se trata de un bizcocho salado en el que la coliflor tiene especial protagonismo. Acompañamos la verdura con una masa de pastel sencilla y la aromatizamos con romero y albahaca. Acompañamos el relleno con Parmesano que le aportará suavidad y sabor. Se trata de una receta sencilla y diferente que nos dará una perspectiva distinta de como tratar y disfrutar de las verduras.
RACIONES: 8/10
DIFICULTAD: baja
TIEMPO: 1,5 horas
PASTEL DE COLIFLOR:
1 COLIFLOR PEQUEÑA, SOBRE 500 g.
170 g. CEBOLLA ROJA
75 ml. ACEITE DE OLIVA
1/2 cdita. ROMERO
7 HUEVOS M
15 g. ALBAHACA
120 g. HARINA TRIGO
1 1/2 cdita. LEVADURA EN POLVO
1/3 cdita. CÚRCUMA
150 g. QUESO PARMESANO RALLADO
MANTEQUILLA PARA UNTAR EL MOLDE
1 cda. SEMILLAS DE SÉSAMO
1 cda. SEMILLAS DE NEGUILLA (opcional)
SAL
PIMIENTA NEGRA
1.- Lavamos la coliflor y la troceamos en pequeños racimos de unos 3 cm. Ponemos los racimos en una cazuela, los cubrimos de agua y añadimos una pizca de sal. Cocinamos la coliflor durante 15 minutos, hasta que esté totalmente cocida. Debe chafarse con facilidad con un tenedor al presionar sobre ella. Una vez cocida, la escurrimos dejamos que seque manteniendo la cazuela destapada.
2.- Pelamos la cebolla y cortamos 2 rodajas de 1 cm. de espesor y las reservamos. El resto de la cebolla lo troceamos en dados pequeños. En una sartén calentamos un chorrito de aceite de oliva y añadimos el romero y la cebolla troceada. Sofreímos la cebolla hasta que esté bien blandita. Debemos de tener cuidado de que no se nos queme, así que es aconsejable cocinarla a fuego medio y sin parar de removerla. Una vez que la cebolla esté bien sofrita la retiramos del fuego y la dejamos enfriar.
3.- En un cuenco grande batimos los huevos. Añadimos la cebolla pochada y la albahaca troceada. Mezclamos bien y añadimos la harina tamizada, la levadura en polvo, la cúrcuma, el queso rallado, una pizca de sal y pimienta negra al gusto. Batimos hasta conseguir una mezcla homogénea. Incorporamos los cogollos de coliflor y, con mucho cuidado los integramos con la masa intentando que no se rompan. Reservamos.
4.- Untamos con mantequilla los laterales y la base de un molde desmoldable de unos 24 cm. de diámetro. Forramos el molde con papel vegetal y volvemos a untar los laterales con mantequilla derretida. Mezclamos el sésamo con las semillas de niguella y los distribuimos por los laterales del molde. Al tener las paredes del molde untadas de mantequilla las semillas se quedarán adheridas con facilidad.
5.- Vertemos la mezcla del pastel y distribuimos los aros de cebolla que hemos reservado de forma que queden ligeramente enterrados en la masa.
6.- Con el horno previamente caliente a 180ºC, horneamos el pastel colocándolo a media altura. Horneamos el bizcocho de coliflor durante unos 45 minutos, hasta que esté dorado y cuajado. Comprobamos que esté listo cuando al clavarle la punta de un cuchillo, esta salga limpia. Retiramos el molde del horno y dejamos que se temple sobre una rejilla durante 15 o 20 minutos antes de servirlo.
Podemos consumir este pastel de coliflor templado o a temperatura ambiente. Estará incluso más rico si lo dejamos de un día para otro.