No se veían a menudo. Alguna mañana, cuando ella volvía del trabajo, se cruzaban
Ella sonreía. Él, impasible
Pasaban días entre un encuentro y otro
Pero un día eso cambió
Casi sin darse cuenta cada vez eran más los día en que Ella llegaba a casa con una sonrisa en la cara
Él se había cruzado en su camino
Cuando eso ocurría ella se paraba y le seguía con la mirada, hasta que lo perdía de vista
Él parecía relajar el cuerpo y caminar más despacio. Era casi imperceptible. Parecía regodearse por el interés que ella sentía por él. Altivo. Casi con prepotencia
Ella no se molestaba, Incluso le gustaba. Sonreía
Aquel día Ella sabía que él la seguía, así que decidió atreverse
Cuando llegó a la altura de un banco se giró suavemente y se sentó
Él dudó un segundo
Ella sabía que había ganado
Él se acercó despacio y apoyo su pequeña cabeza en la mano de ella, luego el lomo y por último su cola
La primera semana, cada mañana Ella le dejaba la puerta abierta
Quería a aquel gato desde el instante que lo vio pero no quería obligarlo a quedarse
Aquella semana la vivió cómo una auténtica pesadilla
Él no se movía de su rincón favorito
La primera vez que se vieron se enamoraron
En frío o en caliente, una auténtica delicia
INGREDIENTES
300 g de espinacas
300 g de pescado (panga, merluza... el que más os guste)
200 g de gambas peladas
250 ml de nata (crema de leche) líquida
6 huevos
Pimienta
Nuez moscada
Agua
Sal
ELABORACIÓN
Poner agua con sal a hervir
Cuando rompa a hervir, cocer las espinacas 1 minuto
Colar y escurrir muy bien
Dejar enfriar
Trocearlas muy pequeñas
Trocear el pescado
Trocear las gambas
Pulverizar un molde de aluminio con spray para desmoldar
Batir los huevos
Añadir la nata (crema de leche) líquida, sal, pimienta, nuez moscada
Batir
Añadir el pescado, las gambas y las espinacas
Mezclar bien
Verter la mezcla en el molde
En la cubeta, poner silicona y la rejilla encima
Envolver el molde con papel de aluminio
Colocar el molde con la masa encima de la rejilla
Verter en la cubeta agua llegar a mitad del molde
Menú Horno 20 minutos
Pasado el tiempo, sacar el molde con cuidado de no quemarnos de la cubeta
Quitar el aluminio y pinchar el pastel para saber si está bien hecho
Quitar de la cubeta el agua y volver a poner el molde descubierto
Tapa Horno para dorar un poco por encima
Con estas cantidades han salido dos pastel: uno en un molde rectangular de aluminio y otro en una flanera
Receta adaptada de la revista Love Cocina nº 42 pág.44
En molde de aluminio rectangular
En flanera