Qué se lo preguntaran
Qué le preguntaran cómo era eso de vivir de la caridad
Qué le preguntaran cómo era eso de llorar cada día delante de la asistenta social, con el miedo en el cuerpo cada vez que le preguntaba por sus hijos
Con el miedo en el cuerpo por si a alguien se le ocurría quitárselos
Cuando tuvo su primer hijo decidieron que ella se quedara en casa. Su marido tenía un buen sueldo y ella siempre podía volver al mercado laboral cuando hiciera falta
Entonces la vida les sonreía. Empezaban a construir una vida familiar en común y nada podía ir mal
Se atrevieron con un segundo y con un tercer hijo
La cosa seguía funcionando, solo era cuestión de organizarse, eliminar alguna que otra compra inútil y seguir siendo felices
Pero entonces llegaron los rumores y luego la cruda realidad
Su marido estaba en la calle
Aún lidiaron con todo aquello los dos años que duró el paro
Con los rumores, llegó aquella bola que se le agarró en las entrañas y que aún sentía
Con los ahorros, desaparecieron las compras superfluas, los colegios de pago
Sus hijos nunca la vieron llorar hasta el día que vinieron a echarlos de su casa
Que los vecinos se movilizaran y que varias asociaciones también lo hicieran no sirvió de nada. solo alargar los días de agonía y sufrimiento
Así que vinieran a ella y le preguntaran qué sentía cada vez que hacía cola en el banco de alimentos. Cuando le daban cosas que no necesitaba. Ella no necesitaba donuts ni fruta casi podrida.
Leche, aceite, carne, pescado, eso necesitaba. Patatas y huevos
Sus hijos ya no les pedían nada. Aceptaban lo que les ponía en la mesa. Se vestían con lo que tenía
Ninguno de ellos tuvo nunca una rabieta por lo que tuvieran otros y ellos no. No habían tenido que explicarles nada. Los cambios habían sido paulatinos pero obvios
Perder el piso les había marcado a todos para siempre
Pero entonces una determinación feroz había hecho acto de presencia en cada miembro de aquella familia
Saldrían adelante juntos. Se recompondrían juntos
Y de aquella lección, que ya duraba demasiado, aprenderían juntos
Rabia y determinación
INGREDIENTES
Para la tortilla
1 patata
1 berenjena
1 calabacín
1 pimiento verde
Media cebolla
1 diente de ajo
1 lata pequeña de pimiento morrón
6 huevos
Sal
Para la salsa
1 lata pequeña de tomates pera enteros
1 cebolla
1 zanahoria
2 dientes de ajo
Orégano
1 cucharadita de azúcar
Sal
Pimienta
Aceite
ELABORACIÓN
La tortilla
Cortar las patatas en cuadraditos
Cortar el calabacín, el pimiento, la cebolla y la berenjena, en trozos pequeños
Picar el ajo
En la cubeta poner las patatas y todas las verduras
Añadir medio cubilete de aceite (unos 80 ml)
Remover bien para que toda la verdura se empape con el aceite
Menú cocina 8 minutos con tapa y válvula cerrada
Mientras tanto, batir los huevos en un bol
Añadir la verdura
Remover
Salpimentar
Añadir los pimientos morrones a tiras
Remover
Dejar reposar en el mismo bol 2 minutos
Verter en la cubeta
Menú Horno 8 minutos con tapa y válvula abierta
La salsa
Picar la cebolla y el ajo bien pequeño
Pelar y cortar la zanahoria en rodajas
Poner un poco de aceite en la cubeta
Menú cocina
Sofreír la cebolla, el ajo y las zanahorias durante 5 minutos
Añadir los tomates
Ir aplastándolos
Cancelar menú
Menú Cocina 15 minutos
Despresurizar manualmente
Espolvorear orégano al gusto
Sacar la salsa y triturar fuera de la cubeta
Verter la salsa de nuevo en la cubeta
Añadir un poco de agua
Remover
Cocer en Menú Cocina unos 5 minutos para ligarla
Para servir, poner salsa en un plato, colocar encima la tortilla y verter salsa también por encima de la tortilla
Receta adaptada de Las recetas de mis amigas
Consejos de La Farsa
*Cuando cuajo la tortilla pongo papel horno para que no se pegue
*La cuajo en Menú Horno con tapa abierta, aquí os dejo el enlace con la explicación de cómo se hace Menú Horno y el pitorro misterioso