Ya estamos en primavera, los días crecen, la temperatura es más agradable y la sangre se altera. O eso dice el refrán. La mía un poco si se debe revolucionar, porque es salir el sol y apetecerme más todo, incluso levantarme de cama, con lo dormilona que soy, jeje.
También es tiempo de disfrutar del aire libre, de la naturaleza (yo ya la disfruto todo el año, para que nos vamos engañar, jeje, prefiero escaparme a la ciudad), de merendolas con los amigos e incluso ir pensando en playa y bañarse en el mar, sobre todo para los de la mitad inferior del país; por el norte nos conformamos con que ya queda menos.
Para salir de la típica tortilla o empanada de las excursiones campestres, os dejo un riquísimo pastel salado muy sencillo de hacer y que podemos disfrutar tanto frío como caliente.
INGREDIENTES:
130 gr. de harina
2 huevos
3/4 cucharadita de levadura
70 gr. de aceite
200 gr. de creme fraiche
60 gr. de queso rallado
2 puerros en trocitos menudos
150 gr. de bacon en taquitos
orégano
una pizca de sal
pimienta
PREPARACIÓN:
Primero doramos el bacon en una sartén. Apartamos a un plato. Sofreímos el puerro troceado, añadimos el bacon y dejamos un par de minutos más. Dejamos escurrir sobre papel absorvente.
Batimos los huevos y añadimos el aceite. Incorporamos la levadura y harina tamizadas. Mezclamos con la creme fraiche y añadimos el queso, la mezcla de puerro y bacon (reservé un poco para ponerlo por encima) y orégano al gusto. Salpimentamos y vertemos en un molde de plum cake que habremos rociado con spray desmoldable. (Aquí le eché el resto de bacon y puerrro)
Con el horno precalentado a 180º horneamos unos 40 minutos. Dejamos enfriar unos minutos sobre una rejilla y desmoldamos.
Si no os gusta frío os cuento que recaliente está igual de rico que recién hecho. Lo cortáis en rodajas, un minuto en el micro y ¡a disfrutarlo!