Después de una ausencia relativa (no he podido publicar en el blog, pero si que he ido publicando en las redes sociales), vuelvo con una receta que me inventé un día en el que me apetecían muchísimo pastelitos árabes.
No se parecen en nada a los rellenos árabes, pero tenía en casa peras y un paquete de masa filo que había comprado para investigar y no pude resistirme a hacer la prueba.
El caso es que estaban muy ricos y me quitaron el antojo de pastelitos árabes hasta que estuve en un Mercado Medieval y me compré de los de verdad, de los empalagosos ¡con muchos pistachos!
La pasta filo o masa filo tiene su origen en la gastronomía de los países de Medio Oriente, Turquía y el Magreb. Es una pasta muy fina que se usa a menudo poniendo varias capas superpuestas, ya que es muy fina y se rompe. Está hecha de harina de trigo, agua, un poco de aceite y unas gotas de vinagre blanco.
Se suele utilizar principalmente para repostería, aunque también se emplea con relleno de preparaciones saladas. Es un tipo de pasta que no debe estar expuesta al aire porque se queda seca y quebradiza. Mientras no se trabaja con ella debe conservarse en la nevera o congelador cerrando bien el envase.
Vamos con la receta. Es facilita así que sin problema la puede hacer todo el mundo.Ingredientes:
3 peras
pasta Filo
90gr de mantequilla
azúcar
nueces
Cómo se hacen los pastelitos:
En una sartén ponemos las peras troceadas con la mantequilla en trocitos pequeños, esperamos a que se impregnen bien de la mantequilla derretida y agregamos 1 cucharada colmada de azúcar por cada pera, es decir, 3 cucharadas de azúcar.Removemos las peras a fuego fuerte durante 1 minuto y volvemos a poner el fuego medio, removiendo de vez en cuando. Cuando hayan tomado un color dorado (el azúcar se carameliza) y se reduzca el almíbar, lo retiramos del fuego y reservamos.
Mientras se enfrían, vamos colocando las láminas de pasta filo uniéndolas pintando de mantequilla derretida cada una. De este modo se irán pegando una encima de otra, poniendo unas 5 capas.
Cortamos rectángulos más o menos grandes para poder enrollar y ponemos en cada uno un poco de la pera caramelizada con nueces troceadas. Enrollamos cada rectángulo a modo de caramelo o rollito y colocamos sobre papel de horno.
Horneamos los rollitos 15 minutos a 180º, ir controlando cada cinco minutos y cuando veamos que toman un color dorado los retiramos.
Se pueden impregnar con miel o sirope de ágave para darle el toque árabe.
Los puedes hacer en un momentito y dejar al personal con la boca abierta. Yo los acompañé con un té chai en vasito árabe para auto-engañarme mientras conseguía los verdaderos.
¿A quién no le gustan los pastelitos con frutas? Si te animas a hacer esta receta, espero tus fotos en el Facebook o en Instagram.
¡Espero que os guste! Kiss
Dificultad | Fácil