Lo peor de todo es que no vuelvo con las pilas cargadas por que todavía no nos hemos ido de vacaciones (aunque ya nos queda muuuuuy poquito jejeje), pero es verdad que estos días de desconexión mentalmente me sientan fenomenal y hacen que vuelva con más ganas, como si fuera una vuelta al cole ;). Sí, yo era de las que le molaba volver al cole para ver a los amigos y estrenar estuche nuevo jajaja.
Y que mejor manera de volver que con una receta sana, rica y rápida, de las que te pueden salvar más de una cena cuando no te apetece liarte mucho en la cocina. Bueno, siempre que todo te salga bien...
Porque creo que parte de mi desconexión fue causada por esta receta... Sí, este sencillo paté de berenjenas hizo que mi mente y mi cuerpo me pidieran unas vacaciones por que su preparación no pudo estar más accidentada...
Comencé quemándome un dedo y encima de la forma más tonta. Fui a sacar la bandeja del horno y no sé cómo coloqué los paños pero acabé apoyando un dedo directamente sobre el asa de la bandeja ¡casi me cargo la comida! Menos mal que la encimera no está lejos del horno jajaja. Así que tras maldecir y gritar unos minutos me tocó dejar al cocinillas con todo y correr a la farmacia en busca de alguna crema para las quemaduras por que eso no dejaba de dolerme...
No era grave, y me lo corroboró la cara de la farmacéutica cuando me presenté con mi cara de pena, le enseñé el dedo y me dijo que con la crema en un par de días estaría bien, pero es que escocia taaaaanto... Soy un poco quejica, lo sé, pero por suerte casi nunca me he quemado cocinando y no estoy acostumbrada... ays :(.
Con crema puesta y dedo vendado, seguimos preparando la receta... Colocamos todo en el vaso de la picadora, hago la foto y cuando nos ponemos a triturar, nuestra picadora decide que ya no quiere trabajar más... Casi lloro ¡yo solo quiero comer un poco de paté de berenjenas! ¿Y ahora qué?
Pues a cambiar de bote y buscar otra manera de triturarlo. Casi me pongo a rezar a San Judas Tadeo por que esto se estaba convirtiendo en una causa imposible. Menos mal que con la batidora de brazo también quedó un paté fenomenal. Palabrita. Y si no os lo creéis mirar el resultado:
Así que si obviáis estos pasos (os lo recomiendo), os aseguro que no se tarda nada en prepararlo y está riquísimo. Además, puede ser un buen aperitivo si tienes invitados a casa por que lo puedes preparar con antelación y dejarlo en la nevera. El nuestro tiene un sabor bastante suave pero si lo quieres más fuerte puedes cambiar el pimentón dulce por el picante o añadir más ajo.
Ingredientes
2 berenjenas medianas
3 cucharadas de Tahini (o sésamo para prepararlo)
1 cucharada pequeña de comino en polvo
1 diente de ajo
Zumo de 1/2 lima
Aceite de oliva
Agua
Pimentón de la Vera dulce
Sal Preparación
Pon a precalentar el horno a 190ºC, calor arriba y abajo.Lava bien las berenjenas, córtalas por la mitad a lo largo y colócalas sobre una bandeja para el horno con un chorro de aceite en el fondo. Haz unos cortes en forma de rejilla en la pulpa de la berenjena para que se ase mejor. Añade sal y un chorro de aceite sobre cada una.
Mételas en el horno unos 45 minutos o hasta que veas que las berenjenas están muy tiernas y la pulpa tiene un color oscuro. Deja que se templen.
Mientras se asan las berenjenas podemos continuar preparando la salsa Tahini. Nosotros seguimos las indicaciones de Javi Recetas, que lo explica fenomenal, pero os dejo los 4 pasos básicos a continuación.
Para tostar el sésamo, colócalo en una sartén amplia y dóralo a fuego medio-alto durante 5 minutos aproximadamente.
Deja que se enfríe, añádelo al vaso de la picadora eléctrica junto con una pizca de sal y un par de cucharadas de agua o aceite y pícalo hasta conseguir una pasta. Mientras lo vas picando puedes añadir más cucharadas de agua o aceite hasta conseguir la consistencia que más te guste. Reserva.
Una vez que se hayan templado las berenjenas separa la piel de la pulpa con la ayuda de una cuchara.
Añade la pulpa de la berenjena en el vaso de la picadora junto con un diente de ajo, una cucharada pequeña de comino en polvo, el zumo de media lima o limón y tres cucharadas de salsa Tahini.
Tritura todo hasta conseguir la textura de un puré espeso y homogéneo. Mételo en el frigorífico para que se enfríe hasta que lo vayas a consumir.
Antes de servir añade por encima un poco de pimentón y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y acompáñalo con cualquier tipo de pan, pita, bastoncillos, nachos, etc. que más te guste.