Peras "Bianco"

Cerca del castillo a lo largo de la pequeña playa, estaban los pescadores con caras lozanas curtidas por el clima y sus cabezas coronadas con negras boinas; recogían las redes cuando Juan pasó a su lado, estaban demasiado ocupados en lo suyo para pararse a saludar al forastero. En la plaza del pueblo, cerca de una iglesia construida hacía quinientos o cuatrocientos años, había muchos hombres que caminaban lentamente, gesticulando con las manos. Las casas de piedra, la mayor parte de las cuales tenían dos pisos, con balcones al frente, estaban organizadas en filas apretadas que bordeaban las estrechas calles adoquinadas sobre las que en otro tiempo se oía el golpeteo de los cascos de los burros arrastrando carretas pintadas de colores. Aquí y allá había grupos de mujeres que se asoleaban frente a sus puertas, entonces recordó que hacía muchos, muchos años su padre le había contado que en su época las mujeres solteras se veían sentadas dándole la espalda a la calle, siguiendo, tal vez, una moda heredada hacía mil años, cuando los árabes ocuparon la isla. Y allí, en la calle Castillo Blanco encontró la casa donde había nacido su abuelo y luego su padre, la reconoció porque hay lugares que se sienten, que te atrapan y tiran de ti hacia lo que antes de ser ya fuimos y Juan sintió esto frente a aquella casa de piedra y portón de madera.

PERAS “BIANCO”



Ingredientes:

4 peras (blanquilla)

400 ml de vermut bianco.

150 ml de agua mineral.

70 grs. De azúcar.

1 palo de canela.

1 anís estrellado.

1 vaina de vainilla abierta y rallado el interior.

1/2 c.c de colorante alimentario rojo.

Para decorar: hojas de menta fresca, flores blancas comestibles.

Elaboración:

Pelamos las peras y las introducimos en una cazuela junto con el resto de los ingredientes. Mejor si la cazuela es honda y las peras quedan totalmente cubiertas (así evitamos darles la vuelta), pasados 20 minuto sacamos las peras y dejamos que el líquido siga cociendo hasta que se reduzca formando un almíbar espeso.



Colocamos las peras en el plato de servicio y las regamos con unas cucharadas del almíbar,



decoramos al gusto y servimos. Deliciosas tanto frías como templadas y acompañadas de un helado cremosito…Ni te cuento!!!


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Etiquetas: frutapostre

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