El pisto es una amalgama de hortalizas sabiamente combinada. Sus orígenes hay que buscarlos en la cocina árabe. Antiguamente este plato sólo llevaba cebolla y berenjena. Las primeras referencias al pisto manchego hablan de estos ingredientes más el ajo. Pero con los productos que llegaron de América tras el Descubrimiento, toda la cocina occidental evolucionó y el pisto no fue una excepción. Se incorporó el tomate, el calabacín y el pimiento. Podríamos decir que el pisto se americanizó. Éste es un plato sencillo pero que sigue evolucionando. Cada rincón de la Península Ibérica tiene su propia receta para hacer el pisto. Nosotras nos hemos inclinado por ésta que excluye la berenjena pero que incorpora unos dados de patatas fritas como acompañamiento.
RECETA
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INGREDIENTES
1 Kg y ½ de calabacines.
1 pimiento rojo.
1 cebolla.
Tomate frito (preferiblemente casero).
Aceite de oliva.
Sal.
2 Huevos.
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PREPARACIÓN
En una cazuela amplia echar un buen chorro de aceite de oliva. Cuando esté caliente añadir la cebolla y el pimiento rojo, cortados en cuadraditos. Dejar rehogar a fuego lento durante diez minutos.
Añadir los calabacines cortados también en cuadraditos, añadir la sal y remover para mezclar los ingredientes. Dejar a fuego lento hasta que el calabacín esté blandito.
Cuando las verduras estén blandas, colarlas para que suelten todo el jugo y el pisto no quede aguado.
Volver a poner las verduras en la cazuela, añadir salsa de tomate frito y dos huevos batidos. Remover hasta que cuajen.
Se puede servir acompañado de patatas fritas en dados.