Para tod@s los amantes del curry o de las especias en general, esta es una receta imprescindible. Es fácil de hacer y el resultado es un sabor espectacular.
El origen del curry apunta claramente a la India y no es un ingrediente en si mismo, sino que corresponde a una mezcla de especias que se ha popularizado de tal manera que en pocos lugares del mundo es desconocido.
Esta es una de las muchas versiones que se pueden encontrar de este plato ya que como en muchas elaboraciones cada uno le puede dar un toque distinto.
Ingredientes para dos personas
1 pechuga grande de pollo
Media cebolleta o cebolla
1 cucharada sopera de curry
200 ml de nata (crema de leche) de cocina o leche de coco
30 gramos de cacahuetes
Sésamo negro
Preparación
En primer lugar picaremos bien fina la cebolla o cebolleta. Picarla tan fina como os guste encontrarla después en el plato. Una vez picada la sofreímos en una sartén o wok con un poco de sal hasta que transparente.
Reservamos la cebolla pochada.
Troceamos el pollo en trozos no muy grandes y marcamos en la misma sartén que hemos pechado la cebolleta. Cuando el pollo esté marcado añadimos el curry y sofreímos un minuto más. Cuando se haya integrado añadimos la nata (crema de leche) o la leche de coco.
Bajamos el fuego y dejamos estofar a fuego muy lento hasta que el pollo quede tierno.
Picamos unos cacahuetes e incorporamos al pollo cuando esté guisado.
Emplatamos y decoramos con un poco de sésamo negro.
El plato está listo. El curry tiene un sabor muy característico que no agrada a todos, pero para aquellos que les guste este es un plato imprescindible en su recetario.