Si asamos el pollo dentro de una bolsa conseguimos que la carne, al cocinarse en su propia grasa, resulte más jugosa y sabrosa y no necesita que le añadamos aceite. Y lo mejor es que ¡no necesitamos limpiar el horno después!
Podemos utilizar hierbas y especias para darle sabor, así como también añadirle un poco de cerveza o vino blanco. Para acompañamiento podemos preparar patatas, patatas a lo pobre, champiñones, etc. o incluso podemos meter las patatas o verduras dentro de la misma bolsa.
Las bolsas para asar funcionan como un papillote y le dan un delicioso tono tostado manteniendo toda la jugosidad de los alimentos, así como las vitaminas y minerales que se pierden normalmente en el jugo de la cocción al horno tradicional.
Pollo asado en bolsa para horno
Dificultad: fácil
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Ingredientes
Para 4 personas:
1 pollo troceado (de 1 Kg y 250 gramos aproximadamente)
Bolsa para asar (las bolsas para cocinar al horno se pueden encontrar en cualquier supermercado)
Especias: Hierbas provenzales, albahaca, orégano, romero, tomillo, pimentón dulce de la vera, ajo seco molido, jengibre, perejil, cayena.
Algunas marcas comercializan bolsas para cocinar en el horno que vienen con las hierbas aromáticas y condimentos. ¡No tenéis excusa!
En cada bolsa cabe aproximadamente un pollo entero o bien troceado. Yo lo prefiero troceado ya que es mas fácil trocearlo en crudo y luego los trozos quedan más doraditos. Por otro lado, cuanto más grande sea la pieza más tiempo necesitará de cocción en el horno. Por supuesto estamos hablando de pollo pero sirve para otro tipo de alimentos como pescado o verduras.
Preparación
Limpiad la piel del pollo si es necesario y troceadlo si no lo habéis comprado ya troceado.
Preparad una mezcla de especias, una cuchara de café de cada una, y poned un poco de sal. Introducid el pollo dentro de la bolsa junto con las especias y cerráis la bolsa con la brida de plástico que os venderán con ella. El cierre de la brida permite la salida de vapor. Removed suavemente la bolsa para que se mezcle bien en contenido y la colocáis sobre una bandeja.
Introducís la bolsa en el horno y lo dejáis unos 60 minutos, o un poco más hasta que veáis que está dorado. Si ponéis el pollo entero necesitaréis al menos 90 minutos. Sacadlo del horno y dejad reposar unos minutos antes de abrir la bolsa, con cuidado de no quemaros con el vapor. Si os gusta la piel más crujiente, se puede meter de nuevo en el horno al grill (¡pero nunca utilicéis el grill con la bolsa!).
La bolsa de horno resiste hasta 200ºC y se puede utilizar tanto en cocinas de gas como eléctricas, siempre que no se sobrepase esta temperatura. Tened la precaución de que la bolsa no toque nunca resistencias eléctricas ni las paredes internas del horno. No utilicéis grill ni ventilador.
A la hora de sacar el pollo de la bolsa, mucho cuidado con el vapor ya que os podéis quemar con el vapor que sale de su interior.
Web: Commememucho
En esta ocasión he acompañado al pollo con unas patatas a lo pobre. He puesto el pollo con su jugo en un recipiente para el horno y le he añadido las patatas ya horneadas encima. Lo he cocinado al horno todo junto durante unos 20 minutos más y ¡a punto de servir!.
Fuente: este post proviene de COMMEMEMUCHO, donde puedes consultar el contenido original.
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