Es fácil de hacer y muy versátil, yo os propongo el básico pero se puede hacer multitud de variantes agregando otros ingredientes. Entre mis preferidos están el queso parmesano rallado, un toque de mostaza mezclado con la mayonesa o incluso unos tropezones de bacon frito o champiñones al vino.
Comenzamos pelando las papas y cortándolas en dados, no hace falta que te esmeres en esta parte porque luego vamos a escacharlas (chafarlas). Las ponemos en un caldero con abundante agua, un chorrito de aceite, sal y las sancochamos (cocemos).
Una vez sancochadas, las escurrimos y volvemos a ponerlas en el caldero, agregamos aproximadamente una cucharada sopera de mantequilla, unas cuatro cucharadas de mayonesa y un chorrito de leche. Todas estas cantidades son a ojo, lo mejor es ir probándolo hasta dejarlo a tu gusto de sabor y de consistencia, privilegios del cocinero.
Escachamos las papas con un tenedor e incorporamos bien todos los ingredientes, ponemos un poco de pimienta y otro poco de nuez moscada y mezclamos.
Probamos y rectificamos de sal si fuera necesario.
Solo queda servirlo en el plato junto con la carne deseada, agregar un poquito de romero por encima y si tienes la salsa de los jugos de la carne, como en el caso del pollo asado, ponérsela por encima y disfrutar.
Este plato es una de mis verdaderas obsesiones, sería capaz de hacer puré de papas para acompañar a más papas, está delicioso.
*Si quieres hacer una versión más light puedes probar a sustituir la mayonesa por salsa de yogur.
*Puedes agregar las especias que más te gusten para combinar mejor con tus platos de carne preferidos.
*Y si te sobra, cosa que dudo, tienes dos opciones, guardarlo en la nevera para comer en otro momento o hacer unas bolitas, empanarlas y freírlas. Si de paso le agregas un dadito de queso en el centro… sin palabras.