El Suspiro de Monja es un típico churro español cuyo origen se remonta a varios siglos, y es otro de los postres característicos de España que fue creado originalmente por monjas.
La leyenda dice que mientras las monjas estaban preparando algunos bollos utilizando pasta choux una de las monjas expulsó "una ventosidad" y las demás monjas se echaron a reír, en ese momento, una de ellas dejó caer un poco de pasta choux en un recipiente con aceite hirviendo y ahí nació el churro.
De todos modos, se dice que el nombre de este postre se debe al hecho de que la textura del churro es tan suave y ligera, que es similar a "comer aire".
Suspiro de monja
Ingredientes:
200 gramos de mantequilla.
400 gramos de azúcar.
5 huevos.
500 ml de agua.
500 gramos de harina.
Cáscara de limón.
Aceite de oliva.
Azúcar en polvo.
Procedimiento:
Pon el agua en una cacerola y calienta. Añade la mantequilla, el azúcar y la ralladura de limón; cuando empiece a hervir, retira la cáscara de limón.
Añade la harina poco a poco, siempre revolviendo con una cuchara de madera. Una vez que has añadido toda la harina, deja que la mezcla se cocine durante 15 minutos o hasta que se separe fácilmente de la parte inferior de la cacerola.
Retira del fuego y deja que la mezcla enfríe un poco. Añade los huevos uno a uno sin dejar de remover.
Amasa la masa y luego extiéndela sobre una superficie plana. Corta la masa en cubos, aproximadamente del tamaño de un dedo.
Pon abundante aceite de oliva en una sartén. Una vez que esté suficientemente caliente fríe los cubos de masa hasta que consigan un color dorado.
Retira los cubos del fuego y colócalos sobre un papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Sirve el suspiro de monja y espolvorea con azúcar en polvo.
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Imágenes: minidrama