Ingredientes para 2/4 personas:
Si vais a tomar esta receta como plato único con las cantidades que os doy coméis dos personas de forma abundante, si lo vais a tomar de primero, con las cantidades que os detallo podéis comer perfectamente cuatro personas, si queréis más cantidad añadid otro huevo o sustituye los huevos medianos por huevos grandes.
Aceite de oliva, 5 cucharadas
Ajo, 4 dientes
Champiñones, una bandeja de 430g aproximadamente laminados o enteros
Gambas peladas y congeladas tamaño grande, 180g
Guindilla, 1
Huevos tamaño mediano, 4
Leche, 2 cucharadas
Sal fina, al gusto
Perejil fresco, unas ramas
Pimienta negra molida, al gusto
Utensilios:
Bol, para batir los huevos
Cuchara de madera
Cuchara sopera, te servirá para medir el aceite
Cuchillo afilado
Sartén grande y antiadherente
Sartén pequeña y antiadherente
Varillas manuales o tenedor para batir
Elaboración:
Descongela las gambas antes de la elaboración del plato siguiendo las instrucciones del fabricante.
Cuando las gambas estén descongeladas, comienza la receta.
Limpia los champiñones pasándoles un paño de cocina limpio y húmedo por su superficie, después lamínalos.
Seguidamente vierte tres cucharadas de aceite de oliva en la sartén grande y caliéntalo a fuego medio-alto, nº 7 de la placa vitrocerámica.
Cuando el aceite esté caliente introduce los champiñones laminados en la sartén junto a una poquita de sal fina al gusto y la guindilla troceada.
Después saltea los champiñones durante 7-8 minutos o hasta que estén algo dorados, removiendo de vez en cuando con tu cuchara de madera, tras esto, aparta la sartén del fuego y resérvala.
Seguidamente pela y pica los dientes de ajo.
A continuación vierte las otras dos cucharadas de aceite de oliva en la sartén pequeña y caliéntala a fuego medio-alto, nº 7 de la placa vitrocerámica.
Cuando el aceite esté caliente añade los dientes de ajo picados y sofríelos hasta que estén dorados.
Tras esto agrega las gambas crudas y descongeladas, sazónalas con una poquita de sal fina al gusto y saltéalas durante 3 minutos a fuego fuerte.
Transcurrido el tiempo mezcla las gambas (con los ajitos y la guindilla) con los champiñones. (El revuelto lo hacemos en la sartén grande de esta forma tenemos más espacio para revolverlo)
A continuación casca los huevos en un bol, añádeles un poco de sal fina, unas vueltas de molinillo de pimienta negra y las dos cucharadas de leche. Bátelo todo y vierte la mezcla sobre los champiñones y las gambas, que os recuerdo que los tenemos en la sartén grande.
Remueve la mezcla constantemente con tu cuchara de madera a temperatura media para que no se nos convierta en tortilla.
Cuando los huevos estén cuajados y cremosos, aparta del fuego y sirve.
Espolvorea cada plato con un poco de perejil picado.
Yo los tomé con unas tostadas de pan untadas de mantequilla.
¡Qué bueno!
"Vivamos y que tenga lo que tenga que pasar"