Mi amor por los risottos no es nada nuevo, me gusta por su cremosidad y me invita a ser creativa, ya que es un buen plato donde podemos utilizar aquellos ingredientes que tenemos desde hace tiempo en la nevera y despensa, por lo que es mi plato de cocina de aprovechamiento preferido.
Pero también es un plato en el que podemos mezclar ingredientes para que sus aromas y sabores nos sorprendan. Ingredientes nuevos o habituales en nuestras cocinas, conservas o productos frescos, alimentos comprados en el mercado o recolectados en nuestro jardín... como puedes ver, te permite un amplio abanico de posibilidades.
Desde hace mucho, mucho tiempo, tengo ganas de probar el risotto de guisantes que Jamie Oliver hace en su escapada por Italia, así que cuando Patricia me dijo que su ingrediente era guisantes, no lo dudé, el mío tenía que ser el arroz y elaborar por fin esta receta.
Los ingredientes que necesitamos para hacer mi versión de esta receta, para cuatro personas, son:
Para el arroz:
1 l de caldo
1 cebolla
50 g de mantequilla
300 g de arroz
1/2 taza de de vermú blanco
40 g de parmesano
sal (opcional)
Para los guisantes:
50 g de mantequilla
300 g de guisantes
2 ramitas de menta fresca
2 ramitas de perejil
Para decorar:
100 g de queso de cabra tierno
10 g de queso parmesano
2 cucharaditas de aceite de oliva virgen extra
2 puñados de rúcula (opcional)
pimienta (opcional)
La mantequilla que vamos a utilizar va a ser sin lactosa aunque se puede sustituir por aceite de oliva virgen extra.
Existen dos tipos de arroz para elaborar risotto, el arroz arborio y el arroz carnaroli. En mi cocina encontrarás ambos tipos pero en esta ocasión vamos a utilizar la variedad carnaroli para elaborar este plato.
Los guisantes pueden ser frescos o congelados, en esta ocasión vamos a utilizarlos congelados.
La menta la vamos a coger del jardín. Os recomiendo que plantéis una menta en una maceta, es una planta muy resistente y la vais a utilizar en la cocina.
Me encanta el aroma y sabor que aporta el vermú al risotto, pero si lo prefieres, puedes sustituirlo por 125 ml de vino blanco.
Preparación:
Nos ponemos con el arroz, para ello, lo primero que vamos a hacer es preparar los ingredientes. Así, pelamos y cortamos la cebolla en brunoise. Vertemos el caldo en un cazo que ponemos a fuego suave.
Colocamos una olla de paredes altas al fuego e introducimos la mantequilla. Cuando la mantequilla esté derretida, agregamos la cebolla y cocinamos hasta que cambie de color y se vuelva translúcida.
Añadimos el arroz y sofreímos durante unos minutos sin para de remover. Agregamos el vermú blanco y removemos hasta que el arroz lo haya absorbido por completo.
A continuación, añadimos un cazo o cucharón de caldo caliente a la olla y removemos hasta que se haya absorbido bien antes de añadir otro cazo de caldo. Así hasta que el arroz esté al dente.
El secreto de un buen risotto es añadir poco a poco el caldo sin dejar de remover, de esta manera conseguiremos un risotto perfecto.
Mientras estamos haciendo el arroz, preparamos los guisantes, para ello, fundimos la mantequilla en un cazo que tenemos a fuego medio y echamos los guisantes, las hierbas frescas y un chorrito de agua si los guisantes son frescos. Tapamos y los estofamos durante 4 minutos.
Cuando el arroz esté al dente, apartamos del fuego, agregamos el parmesano y los guisantes y removemos hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. Dejamos reposar durante unos minutos.
Presentación:
Servimos el risotto en platos hondos y colocamos encima de cada uno de ellos, en el centro, una rodaja de queso de cabra. Espolvoreamos un poco de queso parmesano y pimienta. Y por último, rociamos con de aceite de oliva virgen extra.
Podemos colocar un poco de rúcula sobre el risotto a la hora de servirlo. A Monsieur Accidents, le gusta así, a mi la rúcula no me gusta mucho por lo que lo prefiero sin ella.
Sea cual sea tu opción, siéntate a la mesa, sirve un poco de vino blanco y disfruta de los sabores y aromas de este plato y, si es en buena compañía, mucho mejor.
Bon appétit!