Con el roscón de reyes ponemos fin a los dulces de navidad. Este año para variar un poco, os traigo un roscón de chocolate. Originales o clásicos, tienen una presentación de lujo y son el dulce perfecto para cuando se tiene algo que celebrar.
El roscón es una pieza de repostería que se prepara o adquiere para la festividad de los Reyes Magos. Básicamente es un bollo de masa horneada, que una vez frio se acostumbra a rellenar de crema, nata (crema de leche), chocolate, etc, partiendo el bollo en dos mitades. Lo mejor y más sano es cocinarlo de forma artesanal en casa, ya que es sencillo y no presenta dificultad alguna para ello. Normalmente se suelen poner por encima, para adornarlo, trozos de frutas escarchadas, naranja, pera, melocotón etc.
Ingredientes:
Una rama de canela
una vaina de vainilla
160 mililitros de leche entera
20 gr de agua de azahar o rón
100 gr de azúcar
5 gr de sal
400 gr de harina de fuerza
30 gr de cacao en polvo puro sin azúcar
2 huevos
20 gr de levadura fresca de panadero
60 gr de mantequilla a temperatura ambiente
un huevo para pintar
Ingredientes para la ganaché y decoración:
75 gr de chocolate negro
75 gr de nata (crema de leche) de montar de 35% materia grasa
20 gr de mantequilla
azúcar granillo, pepitas de chocolate, fideos de chocolate, etc. etc..
Preparación:
Hervimos la leche con la canela y la vainilla abierta durante un minuto, retiramos del fuego y dejamos infusionar hasta que esté templada. Colamos la leche y añadimos el azúcar, la sal y el agua de azahar o rón.
En un bol mezclamos la harina con el cacao, la levadura, los huevos batidos y la infusión de leche. Amasamos con las manos, con una amasadora o con un robot de cocina hasta conseguir una masa elástica y homogénea. Añadimos la mantequilla y amasamso hasta que se integre por completo.
Formamos una bola con la masa y la ponemos en un bol engrasado con un poco de aceite. Lo tapamos con film transparente y lo dejamos reposar en un lugar cálido hasta que doble su volumen (yo lo dejé toda la noche),
En la mesa de trabajo espolvoreamos un poquitín de harina y sobre ella volcamos nuestra bola de masa, desgasificamos y formamos una bola de nuevo.
Preparamos la bandeja de horno con papel sulfurizado y ponemos la bola de masa del roscón. Hacemos un agujero en el centro y lo vamos abriendo para formar el roscón. En el agujero del centro colocamos un aro de 12 centímetros de diámetro, engrasado con un poco de aceite para evitar que al levar se cierre el agujero.
Precalentamos el horno a 50 grados.
Metemos el roscón entre 40 y 50 minutos hasta que doble su volúmen.
Lo sacamos del horno y aumentamos la temperatura a 190 grados.
Pintamos el roscón con el huevo batido que tenemos para pintar y horneamos unos 25 minutos. Dejamos enfriar encima de una rejilla mientras preparamos la ganaché.
Ponemos a calentar la nata (crema de leche) en un cazo, cuando esté muy caliente sin que llegue a hervir añadimos el chocolate, apartamos el cazo del fuego, movemos lentamente para que el chocolate se derrita, añadimos la mantequilla y seguimos moviendo hasta que esté todo integrado.
Vertemos la ganaché sobre el roscón antes de que se enfríe y decoramos al gusto.
El relleno lo podemos completar con con trufa, nata (crema de leche), etc.