Rosquillas Portugalujas. #RecetasdeConventosyMonasterios
Otra vez estamos de vuelta con nuestro reto #RecetasDeConventosyMonasterios con el que cada mes mis amigas y yo disfrutamos con recetas nacidas en las cocinas monacales tan ligada a nuestra gastronomía. En ésta ocasión ha sido por Sofia del blog Mil ideas mil proyectos la encargada de acercarnos estas rosquillas portugalujas, debo reconocer no había oído hablar nunca y pero al igual que las almojábanas murcianas, los cortadillos de anís o el tocino de cielo, no me han defraudado en absoluto.
Estas rosquillas proceden como su nombre bien indica de las monjas clarisas de Portugalete, de las que tenemos referencia desde el siglo XVI, las cuales tras pasar por una serie de vicisitudes a lo largo de la historia se vieron obligadas a abandonar ésta población, no siendo hasta 1960 cuando pudieron regresar e instalarse en lo alto de los terrenos del convento.
Otra vez estamos ante una receta sencilla, de pocos ingredientes y que no presenta ninguna dificultad, es de esas elaboraciones que cuando era niña veía a mi madre preparar en grandes cantidades como se hacía antes, mezclando la harina con los huevos y los demás ingredientes en un barreño, para después hacer un sinfín de rosquillas que desaparecían en un visto y no visto.
INGREDIENTES
3 Huevos
9 Cucharadas de azúcar
9 Cucharadas de aceite de oliva
6 Anís, en mi caso Chinchón
Harina la que admita, en mi caso alrededor de 750 g
1 Sobre de levadura
1 Cucharadita de canela
Ralladura de un limón
Aceite de girasol para freír las rosquillas y unas tiras de piel de limón
ELABORACION
Batimos los huevos con el azúcar hasta que la masa blanquee, duplique el volumen y adquiera una consistencia cremosa.
Agregamos la canela, la ralladura de limón, el anís y el aceite y batimos hasta integrar estos ingredientes.
Incorporamos poco a poco la harina mezclada con la levadura con movimientos suaves y envolventes hasta que la masa espese.
Volcamos la masa sobre una encimera y añadimos mas harina si hiciese falta para poder manejarla.
Ponemos abundante aceite de girasol en una sartén , añadimos las tiras de limón y llevamos al fuego.
Para hacer las rosquillas, tomamos porciones de la masa y con las manos aceitadas hacemos bolas del tamaño de una nuez, introducimos un dedo y cuidado estiramos para agradar el agujero.
Cuando el aceite esté caliente, sacamos las pieles de limón y freímos las rosquillas por tandas hasta terminar con todas.
Sacamos a un plato con papel de cocina y dejamos enfriar.
Conservamos en una lata o bote con cierre hermético.
Antes de despedirme de vosotros quiero animaros a que no dejéis en el olvido recetas como estas rosquillas portugalujas de las hermanas clarisas y os invito a que visitéis los blogs de mis compañeras para ver las suyas. ¡Nos vemos pronto!
Acibechería
Rossgastronómica
2 Mandarinas en mi cocina
Mil ideas mil proyectos
Fuente: este post proviene de Yerbabuena en la Cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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