Terminada la Semana Santa toca cambiar de tercio y poner un poco de freno al desenfreno cometido con los postres y dulces de Semana Santa. Volvemos a los platos de diario. Yo no se vosotros como estáis planificando la compra, pero nosotros en casa compramos pescado y carne cada dos semanas, en semanas alternas. Esta semana me toca comprar pescado, ya que estos trozos de salmón eran lo único que me quedaba de mi reserva pescadera. El pescado, la carne y la fruta las estamos comprando en tiendas de proximidad y dejando el resto de la compra para el supermercado. Así se evita pasar mucho tiempo en el supermercado y al mismo tiempo ayudar a los pequeños comercios que siguen abiertos para abastecernos a todos.
La receta que os muestro es muy sencilla, pero como siempre, con una buena materia prima, podemos crear un plato fácil y rico, sin necesidad de mucha elaboración. Yo he puesto nata (crema de leche) en la salsa, porque no tenía leche evaporada, que es lo que me hubiese gustado poner para aligerar el plato, pero igualmente la nata (crema de leche) que he puesto ha sido nata (crema de leche) ligera para cocinar. He preparado los dos trozos que os muestro, porque a mis hijos no les gusta el salmón, cosa que no entiendo, porque es uno de los pescados más sabrosos que hay y más agradecidos en cocina.
INGREDIENTES:
2 trozos de salmón fresco
3 dientes de ajo
150 gr. de espinacas frescas
400 ml. de nata (crema de leche) ligera para cocinar
10 tomates secos
Romero fresco
Tomillo fresco
Albahaca (yo la puse seca)
Orégano fresco (podéis poner todas las hierbas secas si no las tenéis frescas)
Una cucharada de queso Grana Padano rallado
2 cucharadas de Aceite de Oliva Virgen Extra
Sal
Pimienta
PREPARACIÓN:
Salpimentamos los trozos de salmón. Calentamos en una sartén las cucharadas de aceite y una vez caliente disponemos el salmón con la piel hacia abajo. Dejamos hasta que se ponga rosado por todos lados, dando la vuelta con cuidado. Entonces sacamos y reservamos. En ese mismo aceite ponemos los ajos picados y rehogamos, añadimos la nata (crema de leche). Salpimentamos ésta, añadimos las espinacas bien lavadas, los tomates secos troceados y las hierbas aromáticas. Dejamos durante unos diez minutos. Después añadimos la cucharada de queso rallado e integramos.
Entonces introducimos el salmón dentro y dejamos al fuego durante unos cinco minutos más. Servimos inmediatamente cada trozo de salmón acompañado de la salsa.
Como veis es una forma muy rica de acompañar nuestro salmón, y si tenéis leche evaporado podéis cambiarla por la nata (crema de leche) y así reducir considerablemente las calorías de este plato.
Feliz martes.