2 cups de espinacas.
1 cup de albahaca.
1/4 cup de almendras crudas troceadas.
2 dientes de ajo.
Un chorrito de aceite de oliva.
¿Cómo se elabora?
Por suerte, hacer pesto es súper fácil, os cuento:
Limpiamos y quitamos los tallos de las hojas de espinacas y albahaca y las metemos en nuestro procesador de alimentos, robot de cocina, batidora, etc.
Añadimos las almendras y el ajo y batimos todo bien. Veréis se aún no tenemos una textura cremosa, esto es porque todavía no hemos añadido el aceite de oliva.
Por último, añadimos el aceite de oliva y batimos un poco más. Si vemos que aún no queda con la textura que nos gusta, podemos añadirle un pelín más de aceite de oliva.
Fácil, ¿verdad? Yo hago un bote de esta salsa y lo conservo en la nevera para ir utilizándolo siempre que me apetezca. La verdad es que dura bastante, yo lo he tenido durante semanas y no se ha puesto malo.
¿Con qué alimentos pega esta salsa?
Yo la he utilizado para hacer estos deliciosos gnocchis al pesto.
También va muy bien con pizzas, sandwiches, para añadir a los filetes de pollo a la plancha, con verduras, etc. Una receta que me encanta y que viene genial para llevar al trabajo es: judías verdes con pollo, tomates cherrys y salsa pesto de espinacas. Esta salsa le da un sabor delicioso y fresco a todos nuestros platos. Si alguno se os queda un poco soso, podéis echarle una cucharadita de esta salsa pesto de espinacas y ya veréis cómo cambia el sabor.
Y vosotros, ¿en qué comida pondríais esta deliciosa salsa?
Fuente: este post proviene de DESAYUNOS Y MERIENDAS IDEALES, donde puedes consultar el contenido original.
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